En la mayoría de los programas, la mujer es quien traduce las herramientas de política pública en beneficios para la gente, es por ello que en las acciones de la Sedesol se puede ver cómo la participación de las mujeres incrementa los beneficios para sus familias.
El secretario de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda Nava, ha redoblado esfuerzos para que más mujeres se acerquen a los programas y aprovechen sus beneficios.
Por ejemplo, 14 millones de mujeres que son parte del Programa Prospera obtienen becas para sus hijos, apoyos alimenticios y acceso a servicios básicos de salud; las 5.7 millones de mujeres que adquieren su leche en Liconsa le pueden dar a sus hijos un producto enriquecido con vitaminas y minerales que ayudan al organismo a estar mejor y las 19.1 millones de mujeres que cuentan con el Seguro de Vida para Jefas de Familia pueden tener la certeza de que la educación de sus hijos está garantizada, en caso de que ellas llegaran a faltar.
Es importante tomar en cuenta que dos de cada tres de los beneficiarios de los programas que ofrece la política social en nuestro país son mujeres, y como parte de éstos, el empoderamiento de una mujer, sobre todo en materia social, significa mejorar la calidad de vida de toda una familia.
Asimismo, significa que existe un manejo adecuado de los recursos federales, ya que de cada 100 mujeres que solicitan un préstamo para invertir en su empresa, el 99 por ciento salda sus deudas de manera íntegra, reflejando un uso adecuado de sus ingresos.
También el empoderamiento de la mujer se traduce en beneficios para su comunidad, como en el caso de las 64 mil 503 voluntarias que participan en el Programa de Comedores Comunitarios, quienes son grandes aliadas en el combate contra las carencias sociales y son responsables de todo lo positivo que ocurre día a día en estos espacios.
