Lamentó que en Oaxaca, entidad de la que es originaria, fallezcan 52 mujeres por cada cien mil nacimientos, ocupando el primer lugar en mortalidad materna. Apuntó que una de las principales causas de estas muertes es el enorme rezago social en el que viven las mujeres indígenas, situación que las coloca en mayor vulnerabilidad.
Consideró necesario enfrentar con sensibilidad esta grave problemática que asola a cientos de familias de Oaxaca y de todo el país.
Señaló que podrían aplicarse mecanismos que ayudarían a disminuir considerablemente esas cifras, como el acceso oportuno y disponible a los servicios de salud con calidad en la atención.
Lamentó que el recorte presupuestal a la salud para el próximo año traiga serias consecuencias, particularmente para la población más pobre, pues sin duda los niveles de mortalidad materna muestran las insuficiencias de la cobertura y calidad de los servicios de salud prevalecientes en el territorio nacional, destacadamente en los estados sur-sureste.
Barón Ortiz señaló que se requiere consecuentemente cumplir lo estipulado en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 a fin de integrar los derechos de las mujeres, concretamente, en lo que se señala en el apartado “México Incluyente”.
En tal sentido, dijo que es necesario asegurar el acceso pleno de las mujeres indígenas a los servicios de salud, así como cumplir lo estipulado en el punto 4.2, “estrategia”, que considera la importancia de “reducir la mortalidad materna, especialmente en comunidades indígenas”.
Dicho punto destaca la necesidad de asegurar un enfoque integral y la participación incluyente y corresponsable en la atención del embarazo, parto y posparto, así como mejorar la calidad de la atención materna y perinatal con enfoque de interculturalidad.
De la misma manera plantea “proporcionar consejería y el acceso a la anticoncepción para prevenir el embarazo no planeado”; vigilarlo con enfoque de riesgo; atención oportuna y de calidad en emergencias obstétricas, amén de promover la participación comunitaria para el apoyo de embarazadas que requieran de atención de emergencia.
La también Secretaria de Desarrollo Social recordó lo que la Comisión Nacional de Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CNDPI) ha señalado que, para “reducir la muerte materna indígena, es necesario generar estrategias sectoriales; la sensibilidad y capacitación del personal de salud, así como la divulgación de información entre mujeres indígenas sobre su proceso de embarazo”.
La legisladora perredista advirtió que el recorte al presupuesto de salud significará un grave problema para reducir la muerte de miles de mujeres en el país, particularmente para las indígenas. No obstante, apuntó que es importante generar sinergias que eliminen factores de riesgo vinculados a su condición social.
Destacó que a pesar del recorte, se puede hacer mucho por las mujeres indígenas, como se ha pronunciado la CNDPI: “Es necesario conocer aún más las prácticas culturales al interior de las comunidades indígenas que provocan la muerte materna o que ayudan a tener embarazos y partos exitosos”.