También propuso impulsar una cultura nutricional sana en todos los niveles escolares; y promover políticas públicas a favor de productores agrícolas de la capital para que puedan brindar productos de alta calidad nutricional a la población.
Recordó que el pasado 14 de noviembre, en un hecho inédito en el país, la Secretaría de Salud del Gobierno federal emitió dos declaratorias de emergencia sanitaria por diabetes y obesidad, como resultado del grave problema de salud pública que hoy en día representan estos padecimientos.
Expuso que de acuerdo a cifras oficiales, la diabetes constituye la cuarta causa de muerte en México, con 96 mil defunciones anuales. Además, es el país con mayor obesidad en el mundo, pues tan sólo de enero a noviembre de 2014, se diagnosticaron 323 mil 110 casos nuevos de obesidad y se calcula que un 33% de los niños sufre sobrepeso u obesidad, lo cual constituye un riesgo para desarrollar ese mal crónico.
Asimismo, acorde con los datos de la Secretaría de Salud, México encabeza la lista a nivel mundial en obesidad infantil, y en el pasado periodo de enero a noviembre se registraron 35 mil 157 nuevos casos de obesidad entre niños de 1 a 14 años y 15 mil 626 nuevos casos entre jóvenes de 15 a 19 años.
Dijo que al igual que el resto de las entidades, en las últimas décadas los índices de diabetes y obesidad han aumentado de manera alarmante en la Ciudad de México, lo cual obedece a un deterioro en los hábitos alimenticios de la población.
“Como resultado del cambio en las formas tradicionales de alimentación por productos industrializados de escaso valor nutricional pero de fácil acceso y que su consumo es promovido intensivamente mediante campañas permanentes de mercadotecnia, hemos transitado de una nutrición a base de alimentos naturales preparados en el hogar con recetas tradicionales heredadas a través de generaciones al consumo de comida chatarra o de comidas en establecimientos carentes de calidad e higiene”, manifestó.
López Campa sostuvo que mientras no se controle el acceso de la población a toda la basura que venden como sinónimo de bienestar, y que en realidad es perniciosa contra el consumidor, la situación no se va a revertir.
“Es necesario prohibir los alimentos chatarra dentro de escuelas y sus alrededores. Las autoridades deben fomentar una cultura de alimentación sana. La mejor medicina es la prevención, no nos permitamos tener una sociedad obesa; se puede prevenir con buenos hábitos alimenticios”, puntualizó.
