Añadió que el viejo sistema priista nos había acostumbrado a expiar los excesos de sus militantes usando un “chivo expiatorio”, pero el país está harto de corruptos que se enriquecen con el dinero público y el caso de Javier Duarte debe servir para que las autoridades actúen con firmeza y no dejen que los cómplices de alto nivel del mandatario con licencia queden impunes.
La PGR tiene suficientes elementos para ir tras las personas que autorizaron el desvío de recursos públicos, quienes realizaron las transferencias millonarias, los que se prestaron como testaferros para usar empresas fantasma o quienes participaron en la escandalosa sesión de bienes para encubrir el enriquecimiento ilícito del entonces gobernador, añadió el secretario de la Comisión de Gobernación.
De igual forma, la PGR tiene que fortalecer sus investigaciones sobre quienes participaron en el encubrimiento y protección de Duarte, sea quien sea, sostuvo.
Afirmar que Duarte perdió el fuero al solicitar licencia es una clara señal de que el PRI lo ha dejado solo, lo abandona a su suerte pero en su discurso los priistas no hacen referencia a toda la red de funcionarios, ex funcionarios y personalidades que contribuyeron a la consumación de delitos federales.
En el PRD exigimos que la PGR vaya con todas las herramientas jurídicas y demuestre que hay congruencia con el discurso gubernamental de combate a la impunidad.
Afirmó que el gobierno de Duarte es un capítulo negro en la historia del país por los excesos cometidos desde el poder, la sistemática violación a los derechos humanos, el endeudamiento público y el empobrecimiento de la población, aunado al desbordamiento de la violencia en la entidad.
Nada de eso puede quedar impune y todos los que participaron en el saqueo del erario público y protección a Duarte tienen que ser perseguidos por la PGR hasta ponerlos tras las rejas, sostuvo Hernández Soriano.
