Al inaugurar la 7ª Jornada de Ornitofauna y el arbolado del IPN, organizada por la Coordinación Politécnica para la Sustentabilidad, el funcionario señaló que el cuidado ambiental tiene que formar parte de la cultura de la población. “El entorno en el que vivimos depende del Sol, porque de ahí viene el fotón que activa las plantas para generar todos los alimentos”.
En su oportunidad, Aura Orozco Aguirre, representante del Grupo de Observación de Aves Zanates Rabiosos A.C., manifestó que la urbanización de la Ciudad de México trae como consecuencia la disminución de la flora y fauna endémica, por lo que es necesaria la aplicación de programas de educación ambiental enfocados a su conocimiento y conservación.
Agregó que el crecimiento de las ciudades y el cambio climático también ha provocado la pérdida del hábitat de las aves, las cuales son polinizadoras, dispersoras de semillas, sensibles a la modificación del ecosistema, depredadoras de insectos y tienen estrategias de vida que les permite colonizar grandes territorios.
Al presentar los “Resultados del inventario de las aves de Zacatenco del IPN”, detectaron 85 especies de 30 familias; 50 de ellas son residentes de la zona, 31 migratorias y cuatro se clasifican como raras, porque esta región tiene las características necesarias para que construyan nidos sin sentirse amenazadas por la creciente urbanización, lo que les permite alimentarse y refugiarse.
En esta Jornada se presentó una exposición colectiva de 39 tipos de bonsái y 18 rocas de arte Suiseki. También se ofrecieron talleres sobre elaboración de refugios y observación de aves, así como un recorrido a la planta de composta de Instituto, entre otros.