“Ese monumental esfuerzo inicial, esa visión de crear la plataforma a partir de la cual se soportara la industria nacional, ese deseo de multiplicar el conocimiento de las ciencias químicas son ahora una evidente realidad”, afirmó su titular, Jorge Vázquez Ramos.
En la ceremonia conmemorativa, el director mencionó que hoy la Facultad de Química cuenta con decenas de miles de egresados, técnicos, licenciados, maestros y doctores, muchos de los cuales han ocupado puestos de alta dirección en la industria pública y privada, que han liderado las políticas científicas y tecnológicas que el país requiere para su crecimiento, que son la médula de la creación y multiplicación del conocimiento y de la formación de recursos humanos de alto valor.
Asimismo, recordó que la FQ nació después de un largo y complicado proceso de convencimiento, en tiempos políticos muy difíciles y con recursos económicos escasos: “Era más probable su fracaso que su éxito”, mencionó.
Se requería gente soñadora, pero convencida, y su primer director, Juan Salvador Agraz, y sus colegas, lo eran. “Se partió de un edificio vacío que había que acondicionar, y todo el mundo puso no sólo su esfuerzo, sino hasta su dinero”, dijo Vázquez Ramos.
Ante los profesores eméritos José Luis Mateos, Estela Sánchez y Rachel Mata, académicos, patronos, trabajadores, estudiantes, egresados y funcionarios, el director agregó que a partir del edificio Río de la Loza, recientemente remozado, la Facultad se ha expandido y diversificado.
Hoy acumula no sólo edificios, sino capacidad científica y analítica, con equipamiento sofisticado y de alta precisión. No sólo crea conocimiento, sino que lo difunde y cada vez se vincula más con el sector productivo. La FQ no sólo imparte docencia, sino que forma a los académicos del futuro, sólidos en las ciencias químicas y con una fuerte concepción de la ética en el desarrollo de su misión y de su profesión, sostuvo.
“Todos debemos sentirnos orgullosos y satisfechos de lo logrado, pero nunca caer en complacencias. Para permanecer en el sitio de honor al que hemos llegado, tenemos siempre que movernos y adaptarnos más rápido a la evolución de la ciencia y de la sociedad. Ése es nuestro permanente reto, nuestra meta eterna”, resaltó Jorge Vázquez.
Como parte del festejo, se colocaron diversos objetos en una cápsula del tiempo: un CD-ROM con el organigrama actual de la FQ, los planes de estudio de las cinco carreras, la matrícula de alumnos, los académicos activos, trabajadores administrativos, programas de estudio y alumnos de posgrado, y los eventos celebrados en el año del centenario, así como el mensaje leído por el director en la ceremonia, una medalla de plata y un billete de lotería conmemorativos del centenario, el boleto de la cena de gala y una fotografía del desayuno de egresados.
Luego de introducir la cápsula, el nicho colocado a un costado del vestíbulo del Edificio A fue sellado con una placa que indica “100 años Facultad de Química. 1916 UNAM 2016. Ábrase en septiembre de 2041”.
Más tarde, en la explanada central el profesor emérito José Luis Mateos leyó al acta que estableció el inicio de actividades de la Escuela, y con una cuenta regresiva –en la que participó toda la comunidad– se recordó el momento exacto, las 11 de la mañana, en que se fundó, hace un siglo.
En el antiguo barrio de Tacuba, en un agradable día azul, “fue solemnemente inaugurada, en el edificio ubicado entre las calles de la Libertad y de Las Cruces, la primera Escuela Nacional de Química Industrial fundada en los Estados Unidos Mexicanos”. Signaron el acta, entre otros, el encargado del poder Ejecutivo, Venustiano Carranza; el rector de la entonces Universidad Nacional de México, José N. Macías; y el primer director del plantel, Juan Salvador Agraz.