Durante su comparecencia en Senado, niega dar nombres del cuerpo diplomático acreditado en México por razones de “seguridad”
Vorágine
DF, México.—La canciller Patricia Espínosa justificó la presencia de agentes estadounidenses en territorio mexicano “que data de décadas” y “están sujetas a reglas del 92”, y negó dar a conocer los nombres del personal acreditado de ninguna embajada aquí en México por cuestiones de “seguridad” cuando se le hizo referencia al caso de Tres Marías, en donde hubo un enfrentamiento entre agentes estadounidenses y elementos de la Policía Federal.
Durante su comparecencia ante el pleno del Senado de la República, Espinosa escuchó de voz de senadores de oposición exigir que la Cámara Alta recupere el control de la política exterior mexicana.
En su turno el senador por el Partido del Trabajo, Manuel Bartlet Díaz, le preguntó a la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) si habrá un acuerdo entre la Secretarías de Seguridad mexicana y su homologa en EU para tener agentes de la DEA en México. E insistió ¿Hay acuerdos que no conocemos?
Por eso, se pronunció a favor de que al Senado de la República se “devuelva la facultad de controlar la política exterior, como usted lo dice, a este país, y devolverle su capacidad soberana; y que en todo lo que se haga, estén presentes los principios que sostenemos en la Constitución”.
Al hacer referencia al caso de Tres Marías, en donde dos funcionarios norteamericanos y un marino mexicano fueron atacados por elementos, vestidos de civil de la Secretaría de Seguridad Pública federal, el senador David Monreal Avila del PT, cuestionó a la canciller Espinosa si ese personal de EU estaba acreditado por su país para operar en seguridad, inteligencia y capacitación en México.
En ese sentido respondió la secretaria de Relaciones Exteriores: “en cuanto al tema de Tres Marías, compete a la Cancillería promover, propiciar y asegurar la coordinación de acciones en el exterior de las dependencias encargadas de los temas de seguridad y sin afectar el ejercicio de las atribuciones que tiene cada una de ellas conducir la política exterior.
“Y en cada programa de cooperación, las funciones operativas son llevadas a cabo por las autoridades mexicanas competentes en el caso de las acciones contra el crimen organizado, pues se trata de las entidades de seguridad y procuración de justicia”.
Luego justificó: “la presencia de agentes de representantes de las agencias de seguridad estadounidenses en México no es nueva; de hecho las reglas que aplican actualmente a su estancia, se derivan del caso del agente Camarena, y que derivaron después en las llamadas reglas del 92 en las que se estipula que los agentes estadounidenses no pueden portar armas y no pueden tampoco ejercer funciones que estén exclusivamente dedicadas a las autoridades nacionales”.
La senadora del Verde Ecologista Ninfa Salinas, insistió en qué hacían los agentes estadounidenses en el caso de Tres Marías y cómo abandonaron el territorio nacional sin declarar ante el ministerio público federal.
A lo cual Espinosa respondió que “la presencia de agentes de las distintas entidades en seguridad en Estados Unidos, no es nueva, es una presencia que data de décadas, literalmente décadas, que están sujetos a estas reglas del 92”, y “que no podemos dar detalles sobre el personal acreditado de ninguna embajada aquí en México, por razones obvias de seguridad, imposible que yo pueda compartir con ustedes esta información”.
En relación al tema de inmunidad para el ex presidente Ernesto Zedillo, y ante la insistencia del senador del PT, David Monreal, Espinosa sostuvo que la petición al gobierno estadunidense fue sólo por cuestiones de jurisdicción.
No es aceptable que una ley de Estados Unidos otorgue jurisdicción para juzgar por acusaciones de delitos cometido en otro país, dijo. No respondió al cuestionamiento concreto de Monreal, quién le dijo que si la petición de inmunidad para Zedillo era para que el próximo gobierno le de también inmunidad al presidente Felipe Calderón, ante las demandas de genocidio que ya enfrenta en tribunales internacionales.