A dos días de que el presidente de la república envíe a su secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a entregar su cuarto informe de gobierno a la mesa directiva de la Cámara de Diputados, su popularidad – aunque él diga que no busca popularidad (pues debe buscarla) anda por los suelos (y sigue cometiendo burradas como la de ratificar a Castillo en la Conade). Pero no son los errores garrafales, sino el manejo de la relación con el público a través de los medios informativos. Su equipo de comunicación no tiene ni idea de lo que es la comunicación política. Lo hacía mejor el anterior equipo encabezado por David López.
Lamentablemente, el equipo de comunicación social actual, dirigido por un abogado que no sabe de ciencias y técnicas de la información y menos de la comunicación, el licenciado Eduardo Sánchez Hernández, no tiene mucha idea de cómo manejar o manipular la agenda presidencial y si le escribe los discursos se ve que el discurso de hoy leído por el presidente en el telepronter está adaptado en el mismo machote que el de ayer, por lo que el discurso de hoy mata al de ayer. Y eso es una pena porque tendría que haber continuidad en el ejercicio educativo que un presidente debe ejercer ante su público.
Pero lo más grave de todo es que comunicación social de la presidencia no tiene ni idea de la misma agenda presidencial, y no cuida la imagen del presidente, ya de por sí difícil de cuidar porque es un personaje descuidad, distraído, preocupado más por las cosas ligeras y no se nota que lea ni que reflexione. No han leído Diálogos en el Infierno entre Maquiavelo y Montesquieu de Maurice Joly, un tratado de comunicación política que todo político debe tener en la mesa de noche de su recámara, en el excusado, en el sofá, en el comedor, en el automóvil para aprender a relacionarse con sus pares – y así evitar los errores cometidos en las visitas a gobiernos del exterior, como ocurrió recientemente en Ottawa.
En realidad, quien lleva la agenda presidencial, y está muy pendiente de ella y de su cumplimiento, es la oposición de izquierda y de derecha. Los del PAN, los del PRD y más acuciosamente los de Morena, que encabeza el tabasqueño al que le apodan El Peje, quien va por tercera ocasión a contender por la presidencia en las elecciones del 2018, y al que muchas encuestadoras lo ponen a la cabeza de los suspirantes.
De estas reflexiones participa el coordinador legislativo del PES, Alejandro González Murillo quien, como ya lo reportamos en nota aparte, está convencido de que el presidente tiene que hacer profundos cambios en su política de comunicación con el pueblo, con los ciudadanos, a través de los medios de información y propaganda, tanto impresos como electrónicos, como la radio, la televisión, la WEB, y las mal llamadas redes sociales, que en realidad son antisociales.
La política de comunicación que yo calificaría de incomunicación es precisamente la principal causa de la impopularidad del presidente. Urge que él tome en cuenta estas reflexiones, que son hechas con respeto y con preocupación. El escribidor no votó por Peña Nieto, y menos por Chepina, y menooosssss por El Peje. Pero Peña Nieto, quiérase o no, es el presidente constitucional y su gente tiene la obligación, y más con los sueldazos que se llevan, de rehacer su imagen. Y no con actos tontos como el del primero de septiembre, donde todo estará filtrado, con una larga lista de preguntas escritas para que los “estudiantes” le pregunten al mandatario. Un foro prefabricado que no conduce más que a agudizar el desprecio ciudadano. Esa política de incomunicación es una de las principales causas de la muy baja popularidad del mandatario. Las encuestas, sobre todo del periódico reforma, le dan algo así como el 23 por ciento de aprobación o de aceptación, que viene siendo lo mismo que popularidad.
Y es que el equipo, encabezado por Eduardo Sánchez Hernández, no tiene idea de la agenda presidencial. Realmente, quien la lleva es la oposición en la Cámara de Diputados y en el Senado.
Es por ello, por la distorsionada comunicación que el primer mandatario está por los suelos en cuanto a popularidad; la gente ya no lo quiere.
El coordinador del grupo de diputados del Partido Encuentro Social, entrevistado antes de la inauguración de la plenaria de su partido, previa a la apertura del primer periodo ordinario de sesiones del segundo año de la 63 legislatura de la Cámara de Diputados, afirmó al mismo tiempo que del gabinete presidencial sólo se ven Osorio Chong, Videgaray y Nuño Mayer. El resto no pinta. Yo no los veo, dijo el diputado de Encuentro Social. Y tiene toda la razón. Ojalá que el presidente se dé cuenta de esta realidad de su equipo de trabajo.
Al presidente le urge hacer cambios en el equipo que maneja la comunicación política y mediática porque, además de los garrafales errores que ha cometido, ha hecho cosas muy positivas que la gente no conoce porque los “comunicadores” que propagan las actividades y los dichos presidenciales no sabe comunicar, sencillamente no saben comunicarse con los medios y menos con la sociedad.
Escúcheme, presidente. Esta columna no es para madrearlo. Es para apoyarlo. Usted, le repito, es el presidente constitucional de los EUM, “aiga sido como aiga sido”.