El legislador destacó la importancia de que los servidores públicos de la Cámara de Diputados hayan participado en este diplomado, ya que “se requiere gente que, apercibida de la bondad de las reformas, empuje para que se cumplan a cabalidad las normas, no sólo la letra sino el espíritu de las mismas”.
Resaltó que “sería incongruente que en la casa de los hacedores de la ley no estuviéramos a tono con el cumplimiento de la misma”. Señaló que para mantener y acrecentar prestigio, “no sólo seamos capaces de elaborar buenas leyes, sino seamos ejemplares en su cumplimiento”.
Afirmó que la democracia llegó para quedarse, “que de tener un largo periodo de la historia política de este país con un partido hegemónico, casi único, y una relación verticalista en el ejercicio del poder, hemos construido y cambiado la relación entre los factores del poder y horizontalizado su desarrollo, ejecución y puesta en operación”.
No obstante, añadió, la democracia requiere aumentar en calidad, “no sólo el acceso al poder por la vía de la democracia sino el ejercicio democrático del poder” y éste pasa por la legalidad, la rendición de cuentas, la transparencia y eficacia; es decir, continuó, “no basta con abrir las puertas de lo que es público sino es necesario dar resultados en la medida en que los ciudadanos esperan”.
El principal de los desafíos, estimó, es el cambio cultural, de mentalidad y “apercibirse que necesitamos hacer conciencia de la necesidad de las autoridades de actuar de manera diferente”.
Por ello, estimó que los alumnos del diplomado serán aliados vitales de la Cámara de Diputados para que una reforma -que ha cerrado un ciclo de discusión y aprobación- le dé paso, cabida, a otros para hacer que la democracia y todos sus efectos colaterales se queden a vivir entre nosotros.
Sergio López Ayllón, director general del CIDE, comentó que este diplomado es parte de la colaboración que se desarrolla con la Cámara de Diputados para adecuarla y prepararla al nuevo entorno de transparencia y rendición de cuentas que ha sido aprobado por el Congreso y que ahora está en proceso de implementación.
Se pronunció por que esta contribución a profundizar en las múltiples y complejas dimensiones de la transparencia del acceso a la información de la protección de datos personales de los archivos, sea un cimiento para que la Cámara continúe con la “enorme y titánica” tarea de adecuarse a este nuevo entorno.
Estimó que los funcionarios que tomaron el diplomado tienen una mejor idea de la complejidad de la tarea y de la importancia que tiene para el futuro de las instituciones del país.
El diplomado se inscribe en el marco de un proceso de transparencia y rendición de cuentas en la Cámara de Diputados, y forma parte de un conjunto de acciones que se llevaron a cabo junto con el CIDE.
Este curso tuvo gran demanda, lo que demostró el interés y preocupación de los trabajadores por aprender más de los alcances de la transparencia y la rendición de cuentas.
Se impartió a lo largo de casi cien horas en las instalaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro y se graduaron 38 participantes; entre los que destacan, las diputadas Laura Mitzi Barrientos Cano (PRI) y Sharon María Teresa Cuenca Ayala (PVEM).