Durante el Segundo Coloquio Internacional “Las Paradojas de la Megalópolis. Gobernar el aire, el agua y el territorio”, subrayó que el crecimiento poblacional durante los últimos 20 años en 172 municipios de la Megalópolis se incrementó 50 por ciento, pero otras 60 regiones de esta zona registraron una expansión por arriba del 100 por ciento.
Indicó que los riesgos de desastres naturales se han elevado debido al cambio climático, pero sobre todo por la falta de planeación urbana. “Ahora mismo, existen 34 municipios de la Megalópolis con altos riesgo de inundaciones”.
El deterioro del medio ambiente, sostuvo, se ha reflejado en mala calidad del aire, pérdida de zonas boscosas, escasez de agua y pérdida de fauna, lo que debe ser, sin duda, motivo de planeación y organización integral para generar políticas públicas que formen un equilibrio con el desarrollo económico, crecimiento urbano y aprovechamiento de recursos ambientales.
Precisó que una encuesta realizada por el CESOP, en materia de movilidad, refiere que el tiempo de traslado para siete de cada 10 mexicanos ha aumentado, pues emplean una hora o más en el transporte público para desplazarse a donde realizan sus ocupaciones principales.
Apuntó que cuatro de cada 10, califican a los camiones, combis y peseros como el peor servicio. Además, el 53 por ciento de los encuestados consideró inseguro viajar en ese transporte, debido a asaltos, accidentes y robos.
Destacó que dos de cada tres personas esperan que se invierta en ampliar y construir medios de movilidad masivos, renovar microbuses y optimizar el funcionamiento de semáforos, es decir, hay disposición de la sociedad para usar el transporte alternativo.
Asimismo, siete de cada 10 están de acuerdo con horarios escalonados para reducir los conglomerados viales de las horas pico y bajar los niveles de estrés.
La diputada Cecilia Soto, presidenta de la Comisión del Distrito Federal e integrante del Comité del CESOP, mencionó que la crisis ambiental que ha padecido la Ciudad de México en los últimos meses, no se restringe a la zona metropolitana, sino a toda la Megalópolis. Es un problema y, al mismo tiempo, una oportunidad para crear nuevos instrumentos acordes a la nueva realidad demandante de esta zona, comentó.
Resaltó que “hay falta de planeación urbana; es un problema actual que exige reflexionar cuál sería la correcta para la Megalópolis”.
“La imaginación y la participación ciudadana es lo que puede crear un mejor instrumento. El reto es tener una Ciudad de México humana, justa y bella para todos y no para unos cuantos”, expresó.
La diputada Evelyng Soraya Flores Carranza (PVEM), integrante del Comité del CESOP, señaló que la Megalópolis requiere de nuevos retos en los cuales se involucren las siete culturas que la integran.
Añadió que la urbanización no solo genera en sus habitantes estrés y afectaciones en la salud, sino que está acabando con su vida; de ahí la importancia de trabajar en la implementación de nuevas acciones que mejoren el entorno de la Megalópolis.
Al inaugurar los trabajos del coloquio, Mauricio Farah Gebara, secretario general de la Cámara de Diputados, dijo que los debates realizados en este evento permitirán compartir reflexiones, ideas, investigaciones y nuevos enfoques teóricos condensados en el paradigma de la Megalópolis, los cuales son un valioso activo para el trabajo de los legisladores.
Mencionó que por segundo año consecutivo, se ha logrado congregar en este recinto legislativo a dependencias federales y municipales, así como ponentes internacionales, con el único objetivo de contribuir a mejorar la calidad de vida y medio ambiente de los habitantes de México, a partir de sus propuestas.
Por su parte, Juan Carlos Delgadillo Salas, secretario de Servicios Parlamentarios de la Cámara de Diputados, destacó que una Megalópolis es un concepto difícil de concebir e imaginar, razón por la cual es complicado examinarlo y diagnosticarlo.
Éste concepto, continuó, es un vínculo de lo urbano, humano y sociológico con lo político y cultural, además de que “es atractivo en términos de valoraciones económicas, pero escalofriantes en materia sociológica”.
