Esto aún no acaba

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Análisis a Fondo

·        Como el golpe de Trump en el 21, los golpistas tienen que ser juzgados

·        Quienes tomaron el Senado, menos los estudiantes, son a sueldo del PJ

Por Francisco Gómez Maza

Gravísimo lo ocurrido este martes pasado. El asalto a la sede del Senado de la República, perpetrado por porros de la señora Norma Lucía Piña Hernández. Pagados por ella, porque, estando en huelga, estando en las calles, protestando en contra del poder legislativo, la presidenta sigue pagándoles su salario porque un poder del Estado, sus trabajadores, sus porros, sus juzgadores, así como trabajadores del PRIAN, mangoneados por Claudio X. González, golpeando a otro poder del Estado. Un intento de golpe de estado, como lo dijo el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, de un poder del Estado a otro Poder del Estado. Un golpe del Poder Judicial en contra del Poder Legislativo. O sea, el Senado, que estaba en sesión plenaria extraordinaria, discutiendo el Dictamen de la Reforma Judicial, iniciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. O sea, que la responsable de este fallido golpe fue la presidenta del mismo poder judicial. La señora presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura, avalando el golpe. Literalmente un golpe de Estado. Un poder del Estado, el poder judicial, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en paro ilegal, apoyados por activistas a sueldo.

La irrupción violenta al Senado es muy grave. La Fiscalía General de la República tiene la obligación de investigar al poder judicial; hay mucho material mediático, videos e imágenes de la violencia ejercida por los golpistas del poder judicial, y precisar qué papel juegan (porque esto no ha terminado), la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Consejo de la Judicatura, así como el PRIAN que sigue controlado por el ya no tan junior, Claudio X. González Guajardo.  se han constituido en la oposición frontal, total, violenta al poder legislativo y al poder ejecutivo y concretamente en contra del presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo. Las autoridades jurisdiccionales de procuración de justicia tienen ya que haber destinado una carpeta de investigación del caso de la violencia en contra del poder legislativo y quién o quiénes son los autores intelectuales de la violencia desplegada por estos porros del poder judicial.

Vuelvo a emplear la expresión “muy grave”. No. La oposición en México no había llegado al extremo, sobre todo en momentos en que el cambio de gobierno suaviza, por las manos e inteligencia femeninas, las relaciones políticas, las relaciones humanas e inclusive. me atrevería a decir que las relaciones de producción porque, a un año de instaurada, la Cuarta Transformación no busca hacer de México una república socialista ni al estilo de lo soviets, ni al estilo de la República Popular China o la de Cuba y menos la de Nicaragua, ésta producto de una revolución nacionalista en contra de un dictador. La 4 transformación es un movimiento plenamente nacionalista, producto de la Revolución Mexicana que lucha por una Revolución y Justicia Social, meta olvidada plenamente por el Partido Revolucionario Institucional que se ha declarado un partido político de centro derecha.

Sin embargo, lo ocurrido este martes 10 de septiembre va más allá de una simple reacción de un grupo emocionado, ardido, con visión golpista y, si no se le pone un hasta aquí, con medios legales, pacíficos, institucionales. va a llegar al máximo de la intemperancia y puede llegar a la violencia total. No olvide usted que a las derechas mexicanas, más que la ideología, las mueve el odio visceral, Y además cuentan con el apoyo total de la mediática institucional, la televisión en manos de los empresarios corporativos, la prensa escrita en manos de los grupos empresariales y proempresariales, y estos “periodistas” no miden las consecuencias de sus actos e informan exclusivamente lo que le interesa a las clases dominantes. Recuerde que quienes detentan el Poder Judicial no tienen ninguna conciencia de clase y menos relacionada con la justicia para los que menos tienen. El poder judicial es sólo una alternativa para poner en práctica una filosofía positivista que sólo busca el enriquecimiento personal, como ha quedado demostrado cuando presentan sus proyectos de presupuesto anuales a la Cámara de Diputados.