Sostuvo que las amenazas realizadas desde las más altas esferas del Gobierno de Federal, conjuntadas con las expresiones de las cúpulas empresariales, dejan claro que se prepara una andanada de represión en contra de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Consideró que una vez más el gobierno de Enrique Peña Nieto se equivoca, pues está demostrado que ni la suspensión de pagos ni las amenazas de despidos masivos han funcionado para amedrentar las movilizaciones de los profesores, cuya lucha no se limita a los estados del sureste del país, sino que es un movimiento nacional, como lo demuestran las manifestaciones que se llevaron a cabo en la Ciudad de México, Michoacán, Guerrero y Chiapas, sin descontar Monterrey, Nuevo León, donde también ya se expresó el descontento.
Además, indicó, hay muestras de apoyo nacional e internacional, sin dejar de pasar por alto las declaraciones del primer ministro de Canadá Justin Trudeau quien también fue partidario de que el conflicto con el magisterio se resuelva a través del diálogo, la negociación y los acuerdos.
El diputado perredista opinó que la propuesta del Partido Acción Nacional (PAN) de enviar al ejército a Oaxaca para aplicar el plan DNIII bajo el supuesto de que se está dando un desabasto generalizada, sólo contribuye a generar un mayor clima de confrontación.
Comentó que pese a que el gobierno federal rechazó que se trate de un acto de intimidación, la sola mención de que habría presencia militar, demuestra la falta de oficio político, ya que es tanto como echarle gasolina al fuego, porque seguramente sólo radicalizará el descontento del magisterio.
Declaró que debe establecerse un verdadero diálogo, sin simulaciones, porque durante las reuniones sostenidas en la Secretaría de Gobernación simplemente no se da margen para negociar la derogación de la mal llamada Reforma Educativa, misma que no propone modificación de la enseñanza, sino que sólo abordó temas laborales y administrativos.
Hizo énfasis en que hasta ahora, el régimen que encabeza Enrique Peña Nieto, ha impuesto una serie de reformas que no han traído los tan aclamados beneficios que supuestamente la iban a dar a la nación, por el contrario, tenemos un caos en materia educativa y un secretario que no resuelve nada; además, muestra de las fallidas reformas, por ejemplo, es el tema energético que también fracasó, pues hoy amanecemos con un incremento al precio de las gasolinas.
Las mal llamadas reformas estructurales, sólo han venido a acentuar las políticas impulsadas por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el PAN, cuyo principal fin es concentrar la riqueza en unas cuantas manos, incluso en manos extranjeras a las que se les está entregando nuestro petróleo.
Ante esas políticas de exclusión y de pauperización de la mayoría de los mexicanos, el magisterio es prácticamente el único sector que con toda dignidad, levantó la voz para protestar en contra de las imposiciones de un gobierno cada vez más alejado de los verdaderos intereses de la nación.
Refrendó nuevamente su llamado a un diálogo honesto y sin simulaciones, porque mientras se acusa de todos los males al magisterio, males que incluso están en entredicho, como la supuesta falta de abasto de productos básicos en Oaxaca o Chiapas, nadie hable de la cerrazón del gobierno federal para dialogar ni de su falta de voluntad para abrir la discusión en torno a una verdadera reforma educativa.