Altas concentraciones de material particulado de 0.1 a 10 micrómetros pueden llegar a los pulmones, riñones, hígado, cerebro y ovarios, causando infertilidad en las mujeres; además, el diésel puede dañar el desarrollo de un organismo, indican algunos trabajos realizados por el científico mexicano y exprofesor de la UNAM, Ernesto Alfaro Moreno.
Durante la última conferencia del ciclo Panorama Actual de las Ciencias Atmosféricas y del Cambio Climático 2024, que se realizó en el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC), el investigador del Laboratorio Ibérico Internacional de Nanotecnología (INL, por sus siglas en inglés) en Braga, Portugal, explicó:
Aunque a partir de 1950 fue evidente que la contaminación del aire causaba problemas de salud, pasaron casi 40 años para que se efectuaran asociaciones claras entre el material particulado y los problemas cardiopulmonares y cáncer pulmonar.
Ante estudiantes y expertos reunidos en el auditorio Julián Adem, del ICAyCC, el toxicólogo ambiental recordó que si bien a lo largo de la historia era evidente que quienes trabajaban en minas morían rápidamente por problemas respiratorios, fue hasta 1952 cuando se presentó un problema de salud en Londres, Inglaterra (el manto de niebla oscura), cuando se consideró evidente que este tipo de concentraciones de partículas en el aire eran las causantes, circunstancia que permanece en el mundo. Un hecho similar se vivió en la Ciudad de México en 1990, y recientemente en Mumbai (India), en 2018.
En la charla Material particulado y salud: de los contaminantes atmosféricos al avance de nuevos nanomateriales (Particulate matter and health: from atmospheric pollutants to advanced novel nanomaterials), el especialista refirió que desde hace décadas se estudia hacia dónde van las partículas dentro del cuerpo y se encontró que dependiendo de su tamaño dañan ciertas partes del sistema respiratorio.
Hoy en día, precisó, se tiene claro que el material particulado de 10 micrómetros (PM10) se aloja en las vías aéreas con gran contenido de polvo y componentes biológicos, las PM2.5 pueden alcanzar los alveolos y tienen gran contenido de hidrocarbonos policíclicos aromáticos (PAHs, por sus siglas en inglés) y metales. Las PM0.1 pueden cruzar las barreras biológicas y entrar al sistema circulatorio (sangre), y de ahí a otros órganos, especialmente el cerebro, riñones, hígado, corazón y, en el caso de mujeres embarazadas, llegar al feto.
Alfaro Moreno destacó que en 2015, cuando lideró el proyecto de investigación de toxicología por inhalación en Swetox, en Suecia, se encontró que los materiales particulados eran capaces de incorporarse a ciertos componentes hormonales generando infertilidad, cáncer, diabetes e inflamación generalizada.
El actual líder del Proyecto Sinfonia, apoyado por la Unión Europea, presentó en 2023 un trabajo en el que se indagó la capacidad de las partículas de la contaminación del aire para alcanzar el tejido ovárico humano y los folículos que contienen los ovocitos en varias etapas de maduración. Para ello revisaron 20 muestras de líquido folicular y tejido ovárico –de personas que habían sido sometidas a procesos de fertilización in vitro– partículas de carbono negro; el resultado fue que lo encontraron en todas.
Por otra parte, junto con un equipo de estudiantes de doctorado, el líder del Grupo de Nanoseguridad en el INL revisó el efecto de la exposición al diésel utilizado en automóviles; usaron como modelo animal un nemátodo llamado Caenorhabditis elegans, al que se le midió su ciclo de desarrollo y movilidad.
Observaron que entre mayor era la concentración de partículas, menor el tamaño de los gusanos y más limitada su movilidad. Las partículas no son tóxicas en el sentido de matar al animal, pero impactaron su desarrollo y comportamiento.
Estas consecuencias son importantes sobre todo si se considera que los niños están expuestos a este contaminante. Si reflexionamos en ello debemos inferir que podrían tener ciertos efectos negativos en su maduración o su comportamiento, resaltó Alfaro Moreno.
Además, en ese estudio se analizaron posibles repercusiones en el progreso neuronal, pues se ha sugerido que la exposición a estas partículas puede ser el detonante para el desarrollo de las enfermedades de Alzheimer y Parkinson.
Los resultados indicaron que las neuronas relacionadas con receptores de Glutamato sufren daños o alteraciones, lo que acerca a uno tipo Alzheimer; pero no es el caso con el Parkinson, pues los receptores dopaminérgicos asociados con este padecimiento no se ven alterados, aunque es real que su anatomía se impacta.
Recientemente Alfaro Moreno inició estudios para la caracterización de nanopartículas en la salud, debido a que en 2021 se calculaba que el mercado de los nanomateriales generaba 37.4 mil millones de dólares y se espera que para 2031 llegue hasta 62.9 mil millones de dólares.