En política no hay casualidades. Y cuando hay agresiones de por medio, se degrada la vida política del país que la sufre.
La agresión con palos, piedras y botellas sufrida ayer por el líder nacional del PAN Ricardo Anaya y el secretario de elecciones Santiago Creel así como el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares en la explanada del Congreso veracruzano en Jalapa de parte de golpeadores de los 400 Pueblos, es obvio tiene un solo origen: el gobernador saliente Javier Duarte.
Los panistas estaban ahí para exigirle a los diputados veracruzanos no aprobar una serie de reformas que, enviadas y promovidas por el mandatario priísta saliente, buscan blindarlo en contra de una eventual acción judicial o penal en su contra.
De acuerdo a las propias versiones de los agredidos, la turba los obligó a refugiarse en una camioneta la cual resultó con vidrios rotos y daños en su carrocería.
Varios de los objetos lanzados por los agresores alcanzaron a los dirigentes blanquiazules quienes dijeron haber temido incluso por su vida.
Luego del incidente, en el cual no intervino ninguna autoridad para salvaguardar la integridad de la plana mayor del PAN, los miembros del contingente de Los 400 Pueblos rodearon el Congreso veracruzano para impedir que los panistas volvieran a intentar entrar.
Testimonios de medios y políticos locales indican que el grupo agresor era comandado por el diputado local tricolor Marco Antonio del Ángel y por su padre, el viejo pseudo líder agrario César del Ángel, quien ha estado varias veces en la cárcel por encabezar desmanes, a quien se acusa de lanzar a sus huestes en favor de quien pague más, y que se afirma es uno de los dos brazos porriles del PRI, junto con los porros de Antorcha Campesina.
Anaya, Creel y Yunes Linares intetaban impedir que los diputados veracruzanos designaran al nuevo fiscal anticorrupción que será inamovible por 5 años, una nueva figura legal propuesta por el gobernador saliente Javier Duarte.
Hay que recordar que el expriísta y neopanista Miguel Ángel Yunes Linares ganó la gubernatura que sólo tendrá duración de dos años. Eso porque Javier Duarte promovió una reforma para empatar la elección a gobernador con la presidencial de 2018.
Así Yunes tendrá que enfrentar dos comicios locales: el próximo año habrá renovación en las 212 alcaldías veracruzanas y en 2018 la de un nuevo gobernador a quien tendrá que entregar el poder.
En estos 2 años de mandato, que iniciará el 1 de diciembre próximo, Yunes Linares no sólo tendrá que comenzar a renegociar una enorme deuda por quizá los 56 mil millones de pesos que le heredará Duarte, sino una exorbitante deuda por pagos retenidos a proveedores que se supone rebasan los 50 o 60 mil millones de pesos más, y el reordenamiento de los sistemas de Seguridad Pública.
Adicionalmente se ha comprometido a echar a andar una Comisión de la Verdad -que inicialmente fue propuesta por el diputado veracruzano y presidente del Partido Encuentro Social Gonzalo Guízar Valladares-, a fin de enjuiciar a Duarte de Ochoa no sólo por el desvío de recursos públicos estatales y federales que suman varios miles de millones de pesos, sino por su presumible colusión con el crimen organizado.
En verdad los 2 años que tiene enfrente Yunes Linares se antojan pocos para realizar la tarea prometida.
Además hay quienes afirman que en este tiempo Yunes Linares intentará colocar como candidato y luego como gobernador a uno de sus dos hijos, al senador Fernando Yunes Márquez o a Miguel Ángel Yunes Márquez, alcalde de Boca del Río.
REACCIONES
En una primera reacción, Ricardo Anaya emitió un twit, en el que dijo que él y sus compañeros fueron “brutalmente agredidos”.
La dirigencia nacional blanquiazul cerró filas y manejó en redes sociales que “los actos violentos en contra de nuestro Presidente Nacional @RicardoAnayaC y del Gobernador Electo de Veracruz, @yoconyunes”, fue obra del gobernador saliente el priísta Javier Duarte.
Margarita Zavala, contendiente interna de Ricardo Anaya por la candidatura presidencial del PAN, indicó que “es indignante la violencia en Veracruz contra el gobernador electo.
“¡Pudo haber muertos!”, subrayó.
El presidente del PAN Ricardo Anaya advirtió que pese a las agresiones y amenazas, a los hechos violentos ordenados por el gobernador priísta Javier Duarte, “en Veracruz se hará justicia”.
Se refería por su puesto no a las denunciar interpuestas ayer mismo por las agresiones sufridas ante el Congreso veracruzano, sino por los señalamientos y juicios abiertos por desviaciones y corrupción interpuestos contra el gobernador saliente.
“No queda ninguna duda de que estos hechos son la mejor muestra de la desesperación de Javier Duarte, quien sabe que tendrá que rendir cuentas ante la justicia por todos los posibles delitos cometidos durante su gestión”, subrayó Anaya.
PROTESTA EN SAN LÁZARO
A su vez el grupo parlamentario en la Cámara de Diputados condenó “la cobarde agresión en contra del dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés; al gobernador electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linaresy a Santiago Creel Miranda, miembro del Comité Ejecutivo Nacional y otros militantes, ocurrida hoy en Jalapa, Veracruz”.
El coordinador del Grupo, Marko Cortés, como todos los demás, responsabilizó de los hechos contra los panistas al gobernador veracruzano saliente, Javier Duarte, “quien ha convertido a Veracruz en un desastre. Los veracruzanos están hartos de tanta impunidad. Duarte es el responsable de la ingobernabilidad, de la quiebra administrativa del estado, de la violencia y de la corrupción”, añadió.
Insistió en que Javier Duarte deberá responder ante la justicia por todas las irregularidades detectadas en su administración por la Auditoría Superior de la Federación, señalamientos puntuales que hasta el momento simplemente ha evadido subsanar.
Hay que recordar que el mismo Auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal interpuso demanda penal ante la PGR en contra de Duarte por el desvió de 14 mil millones de pesos de recursos federales tan sólo en el año de 2014.
“El nuevo gobierno de Veracruz (que será encabezado por Miguel Ángel Yunes Linares) recibió un claro mandato del pueblo: castigo con cárcel a los responsables de la quiebra del estado; justicia para las víctimas de la violencia. Los ciudadanos quieren una nueva etapa de seguridad, paz y desarrollo para Veracruz”, indicó el coordinador.
Marko Cortes calificó de hechos de barbarie lo ordenado a Los 400 Pueblos por Duarte y dijo:
“Esos grupos de golpeadores no se manejan solos. Reciben órdenes y quien da las órdenes es el Gobernador, así que hacemos responsable a Duarte de la integridad de nuestro líder nacional y de otros dirigentes del partido. Es inadmisible la impunidad que quieren comprar los gobernadores de Veracruz, Chihuahua y Veracruz”, concluyó.
