Dueño de facto hasta hace muy poco de todos los espacios públicos de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador se montó ya en el conflicto de la CNTE en Nochixtlán, Oaxaca, para reforzar su posicionamiento hacia el 2018.
Doctor Máximo en provocación y fabricación de conflictos, el tabasqueño rápidamente organizó para pasado mañana una marcha bajo el paraguas de Morena hacia el Zócalo, con mitin incluido, en favor de sus recelosos aliados recientes, los maestros de la 22, y en repudio por los actos de represión en Nochixtlán.
Un pretexto que ni Obama siquiera soñó.
Los hechos de Oaxaca le brindaron al mañoso tabasqueño la oportunidad de demostrarles a sus suspicaces aliados de la CNTE que él no sólo los quiere utilizar política, mediática y electoralmente, sino que realmente los ama, y que es quizá el único que les puede garantizar regresar al Zócalo de la Ciudad de México.
AMLO está a punto de cumplirles así a los de la CNTE su reiterada y frustrada intención de llegar a la Plaza de la Constitución, luego de que el viernes 13 de septiembre de 2013 fueron desalojados por agentes capitalinos, granaderos y Federales para dar fin a un plantón de 4 meses 5 días en esa histórica plancha.
Provocador nato, AMLO vuelve a demostrar que para crear escenarios de conflicto con gran rentabilidad política y electoral no hay nadie como él.
Con esta decisión de llevar de la mano a los revoltosos contingentes de la CNTE al Zócalo, López Obrador ya obligó al jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera -a quien hasta hace poco calificaba públicamente como uno de los más audaces y valiosos políticos del México moderno, y al que ahora califica de pelele de La mafia del poder-, a advertirle que no lo dejará usa ni la gran plancha sino apenas el área circundante, y que menos aún permitirá que los maestros se queden en plantón.
La advertencia de Mancera le ha servido a AMLO para continuar con su escalada de provocación:
De inmediato designó a Yeidckol Polevnsky (la mismísima nieta de Maximino Ávila Camacho, el carnicero de Puebla) a presentarse ante la oficina de Mancera con una sola pregunta:
“Saber, en definitiva, si se nos va a garantizar el derecho constitucional de manifestarnos y estar en el Zócalo, en forma pacífica”.
Pero como la interrogante apenas es una probada, AMLO le agregó lo siguiente:
“Para también saber de qué se trata el gobierno de Mancera, hay varios indicios, pero con esto sería la definición de que es un títere y un pelele de la mafia del poder y ya pintaríamos por completo nuestra raya”.
Por supuesto que López Obrador no aclaró en qué consiste para él “pintar su raya”.
La respuesta de Mancera fue un tanto tibia. Simplemente le dijo: “Le mando un saludo al señor López Obrador”.
¿Será en forma de violín?
En un rápido encuentro la secretaria de Gobierno, Patricia Mercado le dijo a Yeidckol Polevnsky que AMLO y la CNTE podrían llegar al Zócalo, pero no utilizar la plancha porque ahí estaría la Feria de la Salud, y que entonces sólo tendrían la calle que la circunda para realizar su evento.
Y para que no hubiera dudas de que todo va en serio, desde mediados de la semana se colocaron vallas alrededor de la plancha para -se dijo-, proteger y dar orden al concierto que dará mañana en la noche Alejandra Guzmán para cerrar la marcha gay que llegará hasta ese lugar.
Alegre por el escenario de conflicto, López Obrador contrató un call center para invitar a los capitalinos a su marcha del domingo.
En esa convocatoria grabada por él, López Obrador indica que la protesta pacífica partirá a las 11 de la mañana del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo, y que si se encuentran con un retén, entonces Morena (o sea él) romperá definitivamente con la administración de Miguel Ángel Mancera.
AMLO quiere que su marcha se realice en silencio 11:00 horas y Andrés Manuel López Obrador pidió que se realice en silencio.
Claro que nadie garantizará que dentro del contingente, como un virus nefasto, aparezcan de pronto los anarquistas encapuchados con sus bombas molotov, hondas y cohetones, para darle animación a la marcha.
Pero sobre todo para darle el pretexto a AMLO para alegar represión y entonces organizar otra marcha de desagravio y así como el cuento de nunca acabar.
EN LA OTRA ORILLA
Y como hoy todo México es escenario de la sucesión presidencial del 2018, en Gobernación, su titular Miguel Ángel Osorio Chong -colocado por los encuestadores como el contrincante natural y del mismo peso de López Obrador- aprovecha el mismo conflicto de la CNTE en Nochixtlán, Oaxaca, para mostrar sus cualidades como “el Gran Negociador Político del Régimen”.
Metido en este esquema Osorio Chong no desaprovecha ningún guante lanzado al aire para sentarse durante horas en una mesa de negociación, y obtener el mejor provecho social, político y mediático comprometiéndose lo menos posible.
Es así que las circunstancias permiten mostrarnos a los dos precandidatos punteros de la contienda del 2018 en sus respectivos papeles jalando soluciones distintas para un mismo problema: el de la CNTE en Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, pero sobre todo en lo de Nochixtlan.
Con quizá mejores oportunidades y los mejores escenarios, muy posiblemente con más tablas mediáticas, Osorio Chong avanza rápidamente en la pacificación del caso y en la solución del problema.
En la medida en que lo logre, en esa medida le restará efectos a la actuación de AMLO como defensor de los maestros de la CNTE.
En fin, un juego de pulsos entre dos viejos zorros políticos cuyo premio mayor sería, lo saben, La Presidencia de México.
¿PREPARADOS?
Roberto Rivera Mier, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada AC, la AMES, afirmó que todos los guardias de seguridad privada adscritos a sus empresas han recibido ya capacitación para participar en el nuevo Sistema de Justicia Penal.
Teóricamente, dijo, todos estos agentes que forman en si uno de los ejércitos civiles de la seguridad en México, podrán actuar en calidad de auxiliares de las autoridades establecidas en todo el país.
Sin embargo, enfatizó, dentro de este esquema no hay que olvidar que sólo la autoridad oficial de seguridad pública, cualquiera que sea su nivel, podrá ser considerada como la primera responsable de cualquier proceso judicial.
“Los elementos de Seguridad Privada no son autoridad oficial, ni puede ser considerados como tales ya que estarían invadiendo esferas y usurpando funciones”, indicó.
Consideró que una vez hecha la aclaración, es importante saber que el personal de seguridad privada en todo México, según esta reforma constitucional, es auxiliar de la Policía y el Ministerio Público en el caso de la comisión de un delito y del Ministerio Público, durante su procesamiento, de conformidad a lo establecido en el Código Nacional de Procedimientos Penales.
Eso se verá en la práctica, donde las violaciones al debido proceso pueden echar abajo un buen juicio y dejar libres a peligrosos delincuentes.