Ciudad de México, México.– El movimiento de la Cuarta Transformación seguirá con su lucha para que la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres desaparezca, y sean las próximas generaciones quienes cuenten una historia nueva, dijo senadora morenista, Ana Lilia Rivera.
En un artículo pubIicado en sus redes sociales, la legisladora subrayó que es tiempo de mujeres, porque quienes históricamente han tenido el rol de educadoras, cuidadoras y protectoras de la familia, ahora tomaron el poder y están cambiando la historia.
Afirma la senadora que el triunfo de Claudia Sheinbaum en la elección presidencial hará que las niñas vean que todo es posible, inclusive ser presidenta de México, el cargo máximo que cualquier político podría aspirar a obtener: “¡llegó ella, llegamos todas!”, escribió.
“Para mí es un gran honor pertenecer a esta generación de mujeres transformadoras, que hemos luchado guiadas por nuestros principios de honestidad, justicia, libertad, democracia y amor al pueblo”, asentó.
La senadora recordó que durante muchos años las mujeres han exigido sus derechos desde diversas trincheras y, en ocasiones, arriesgando la vida y la salud.
Por ello, subrayó que no es casualidad que después de 200 años de que México es una nación independiente, por fin la Presidencia será ocupada por una mujer.
Las mujeres rompieron ese “techo de cristal” impuesto por una estructura social injusta e inequitativa y una cultura dominante machista, que no nos permitía acceder a posiciones de poder y de toma de decisiones, reconoció Ana Lilia Rivera.
En ese sentido, dijo que cada vez se vuelve más común encontrar mujeres en cargos importantes y de poder; sin embargo, también es verdad que esa hendidura sigue siendo demasiado angosta.
“Por eso, con el segundo piso de la transformación tenemos que construir los andamios suficientemente amplios y democráticos para que juntas hagamos realidad la consigna de que con la próxima presidenta de México llegamos todas”, asentó.
Si el futuro ha de ser de prosperidad compartida, agregó, tendrá que ser también para todas las mujeres, para aquellas que cuidan a sus familias y las madres que todos los días trabajan en el campo, en la maquila y en sus casas.