Paternidad responsable y comprometida contribuye a un desarrollo saludable de niños: expertos

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Papá
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De acuerdo a la investigación realizada por el CESOP la paternidad se define como la relación que los hombres establecen con sus hijas e hijos en el marco de una práctica compleja en la que intervienen factores sociales y culturales, que además se transforman a lo largo del ciclo de vida tanto del padre como de los hijos.

Se expone las conclusiones que han presentado especialistas en cuanto a la paternidad como una construcción social determinada por un sistema normativo de género y las estructuras políticas y económicas que sirven de base a la familia, que han demostrado que la paternidad responsable y comprometida contribuye a un desarrollo infantil más saludable de niñas y niños.

No obstante, la importancia de la paternidad responsable, la intervención de los hombres en los cuidados se ha ignorado con demasiada frecuencia en las políticas públicas, así como en la recolección sistemática de datos, la investigación y en las actividades que promueven el empoderamiento de las mujeres.

Los mayores cambios en los roles de los padres se han generado en las ciudades y se han generado bajo un contexto de transformaciones sociodemográficas como el incremento en el número de divorcios, el mayor uso de anticonceptivos, la disminución de la tasa de natalidad, la fecundidad más tardía, el aumento del nivel educativo de las mujeres y su inserción en el mercado laboral; cambios que han replanteado el papel de los padres y las madres en las familias.

Sin embargo, especialistas afirman que persiste una asociación de la paternidad de los varones como principales proveedores económicos de sus familias no sólo interiorizada en ellos, sino también en las personas que los rodean, como sus hijos y sus ex parejas.

La escasa participación de los padres se relaciona con varios factores: las construcciones de género asociadas a lo masculino/femenino; las extensas jornadas laborales que restringen el tiempo que los padres pueden dedicar a sus hijos, y también a que los padres prefieren realizar actividades recreativas y placenteras con los hijos más que enfocarse en sus cuidados.

El documento evidencia que las cifras respecto  a cuantos padres existen en México son escasas y su elaboración comenzó en las oficinas de estadística oficiales apenas al inicio del presente siglo. No se sabe con exactitud cuántos mexicanos varones se vuelven padres de familia cada año, la edad promedio a la que tienen su primer hijo o el número de hijos que tienen.

Únicamente se cuenta con análisis indirectos de información proveniente de los censos, conteos de población e información proveniente de juzgados de lo familiar arrojan luz sobre la identidad de los padres en México.

Con los escasos datos que existen, se puede observar que 6 de cada 100 padres no realizó ningún tipo de estudios, 30 de cada 100 padres concluyó la primaria, 28 de cada 100, la secundaria; 14 de cada 100 concluyó sus estudios de licenciatura, sólo 3 de cada 100 concluyó estudios de maestría y superiores.

En cuanto a las actividades llevadas a cabo por los padres la semana previa a la encuesta, 78 de cada 100 padres trabajaron en alguna actividad económica, 10 de cada 100 no realizó ningún trabajo, 3 de cada 100 buscó trabajo, 6 de cada 100 era pensionado o jubilado y sólo 1 de cada 100 se dedicó exclusivamente a los quehaceres del hogar. Destacando que 53% de los mexicanos considera que su padre estuvo ausente en su niñez por motivos laborales.