Esto, agregó, implica reconocer la fuerza de los migrantes, y lo ilusorio que resulta creer que con algunas barreras se frenarán las migraciones. No debemos tener miedo de esos movimientos humanos que existen por razones políticas y sociales: “son una realidad del mundo y es una ilusión pensar que hay que construir muros para impedirlos”, aseguró.
Los muros no han hecho nada bien en nuestra historia. “Lo vimos en Europa, lo vemos en el Medio Oriente, en Israel, los países árabes, y en Estados Unidos”, dijo al dictar una conferencia magistral en la Coordinación de Humanidades de esta casa de estudios.
Acompañada del rector Enrique Graue Wiechers y de la embajadora de Francia en México, Maryse Bossière, Touraine expuso que los modelos sociales solidarios deben garantizar que los indocumentados tengan acceso a los servicios de salud, no sólo por razones humanitarias, sino por su misma seguridad, pues las enfermedades no discriminan entre nacionales y migrantes.
El modelo social de Francia, indicó, surgió después de 1945, durante la posguerra, y reconoció que para construir una república no sólo era necesario gozar de una igualdad política, sino ciudadana.
Hoy, esta igualdad ciudadana debe reforzarse con políticas sociales que también fortalezcan la democracia ante los extremismos y los populismos, dijo.
“La democracia estaba tranquila en Europa y ahora estas políticas tienen vigencia en un momento en que estamos conociendo un periodo con populismos que son problemáticos. En Francia tenemos una extrema derecha; en Austria, un candidato de la extrema derecha casi resultó elegido, y el candidato en Estados Unidos es para todos nosotros una preocupación real”, agregó.
Ante el coordinador de Humanidades de la UNAM, Alberto Vital, estudiantes, académicos e integrantes de la representación francesa en nuestro país, quien fuera ministra de Relaciones Exteriores del presidente François Miterrand explicó que en su nación se debate si este modelo social solidario es demasiado caro y debe modificarse.
Por ello, planteó la necesidad de establecer una base de derechos sociales para todos, reconociendo que no todos necesitan lo mismo, por lo que debe avanzarse hacia una personalización de los derechos.
Además, aceptar que los extranjeros deben contar con facultades sociales –como la jubilación y apoyo social–, y más, si han participado en la construcción económica del país.
Este modelo, aseveró Touraine, requiere de legitimidad, es decir, que la población acepte la idea de contribuir económicamente para el bien colectivo, por lo que debe proponerse durante las elecciones. Asimismo, debe ser aceptado por la mayoría de los partidos.
México, consideró la ministra francesa, avanza en esta vía con estrategias como la cobertura universal en materia de salud.
Touraine llamó a los jóvenes a confrontar estos desafíos sociales y económicos pues, dijo, son actores de la construcción del mundo y deben ayudar a dar respuesta a estas nuevas interrogantes.