El legislador calificó como un acto injustificable el cometido ayer contra un grupo de profesores en Chiapas, porque eso nos remite a un pasado que no queremos que ocurra; porque para quienes como él, conocen la guerra civil y los extremismos, son situaciones que no se deben permitir.
Advirtió que los tres derechos fundamentales que conforman en Estado nacional –la educación, el campo y los trabajadores– enfrentan el acoso de aspiraciones metaconstitucionales que buscan desarticular un esquema que basó sus principios en la educación democrática, entendida como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo.
Dijo que la represión aparece cuando no se encuentra la fórmula del diálogo, por lo que amplió su llamado al gobierno de esta ciudad libertaria, la Ciudad de México, a no caer en acciones violatorias de principios y derechos constitucionales.
Cada vez que subo a esta tribuna, continuó, agradezco a esas mujeres y hombres que me formaron y conformaron en función a una política pública diseñada en 1857 y reconfirmada en 1917. “Las maestras y maestros, dijo, son seres humanos que más que ser empleados de la federación, son formadores de ciudadanos, conformadores del tejido social”.
Al hablar de la obligación del gobierno federal de escuchar a los profesores, pidió que a través de acciones concretas de aprender a escuchar, a dialogar y a discernir se eviten violaciones de los derechos constitucionales de los profesores. El Estado mexicano está violando instrumentos internacionales que lo obligan a reconocer los derechos políticos de los habitantes de su territorio, afirmó.