Ciudad de México, Méxco.– México requiere nuevas políticas públicas y estrategias adecuadas que permitan abrir espacios de participación y dar voz a las infancias, a fin de que expresen las situaciones de discriminación y violencia que enfrentan cotidianamente, consideró la directora del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, Mónica González Contró.
Al participar en la conferencia Los derechos de niñas, niños y adolescentes, como parte del ciclo de sesiones introductorias al diplomado sobre el Derecho a la No Discriminación, destacó que vivimos en una sociedad adulto-céntrica construida desde y para las personas adultas, en donde se considera a los menores como personajes de segunda, que no tienen derecho a voz.
Apuntó que se deben establecer estrategias de seguridad pública para garantizar sitios en donde puedan salir a jugar, encontrarse con otras personas y convivir con los de su edad en entornos seguros y confiables.
“Se requieren espacios en donde realmente podamos garantizar que se escuche la voz de nuestras niñas y nuestros niños, y que esas voces sigan teniendo la inocencia de poder confiar en las otras personas que están a su alrededor para vivir una infancia plena, libre y feliz, con garantía de sus derechos y que, posteriormente, transiten a la vida adulta también en condiciones de respeto a sus garantías inalienables”.
Durante el evento se analizó la obra cinematográfica de Luis Mandoki, “Voces Inocentes”, donde se narran episodios de la guerra civil salvadoreña en 1980, en la que las y los menores de edad son obligados a enrolarse a las filas del ejército o de la guerrilla. Al respecto, González Contró enfatizó la importancia de establecer el diálogo entre el arte del cine y las prerrogativas fundamentales, donde confluya el relato, la resiliencia y la resistencia.
No se trata solamente de plasmar en el cine una historia importante de la cual todos debemos aprender, sino también narrar historias que transformen y toquen vidas, subrayó.
Lo que ocurrió en El Salvador en los años 80, abundó, lamentablemente se ha trasladado a nuestro tiempo y sigue vigente; los escenarios de guerra y violencia continúan en la región y nuestro país no es la excepción.
González Contró apuntó que la discriminación que enfrentan las infancias implica la negación de diversos derechos, entre ellos al juego, educación, ambiente familiar seguro y a la paz. Si no hay un contexto de paz, las demás garantías no pueden darse.
A su vez, el director y productor de cine, Luis Mandoki, reconoció: aún hay mucho que hacer en la defensa y protección de las niñas, niños y adolescentes que enfrentan diariamente problemáticas de violencia.
Para nosotros es un gran aliciente que desde la academia haya grupos, como ustedes, dedicados a la lucha por las garantías inalienables de las niñas y los niños quienes muchas veces son los seres invisibles, sin voz, pero que la tienen y que hay que dárselas.
El guionista Oscar Orlando Torres, quien en la película describió sus vivencias, comentó que pocos adultos tienen la oportunidad de procesar y tratar de asimilar las experiencias y daños que sufrieron durante su niñez y con su testimonio extender la mano a aquellos menores que viven situaciones similares y que terminarán marcando su futuro.
El secretario académico del IIJ y coordinador del diplomado sobre el Derecho a la No Discriminación, Mauricio Padrón Innamorato, compartió que “Voces Inocentes” es el marco adecuado para reflexionar y seguir denunciando la situación de millones de niñas, niños y adolescentes que en el mundo son víctimas de situaciones de discriminación, violencias, exclusiones y otras realidades que los alejan de vivir buenas infancias.