Los grandes pleitos al seno de la 4T

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ÍNDICE POLÍTICO

Andrés Manuel López Obrador es “popular entre la tropa”, como La Adelita

… pero entre sus colaboradores ha perdido una de las principales características del liderazgo que presume y que ya no logró consolidar: la cohesión de sus seguidores.

Por eso es que se agrieta la llamada y aún no entendida Cuarta Transformación.

Vea usted si no es así cuando en el plano de lo político electoral, su proyecto de trascendencia tiene frente a sí el pleito –y fuerte– entre su “corcholata” favorita y ya favorecida Claudia Sheinbaum y su “corcholata” burlada Marcelo Ebrard.

Desde hace mucho ha trascendido que en el aparente objetivo central de la 4T, la absurda e inconstitucional militarización del país, también hay grandes roces entre las cabezas de las Fuerzas Armadas, el general Luis Crescencio Sandoval y el almirante Rafael Ojeda.

Quien encabeza a la manada morenista en San Lázaro, Ignacio Nachito Mier, sostiene una pugna con su primo Alejandro Armenta, quien hasta hace poco encabezó las sesiones del Senado de la República, pues ambos contienden –y no muy limpiamente– dentro de Morena por la candidatura al gobierno de Puebla.

Y hasta en el Poder Judicial ha habido pugnas –hasta pugilísticas– en torno al incondicional ministro Arturo Zaldívar a quien la mayoría de los integrantes de la Suprema Corte de Justicia reclaman hasta airadamente su lambisconería y genuflexión ante el titular del Ejecutivo Federal.

Dirán al escribidor que este tipo de situaciones han sido y son comunes entre los equipos.

Y el escribidor lo acepta.

Pero nunca antes habían salido a la luz como en el presente.

AMLO ha fallado también en eso.

La cohesión de equipo es un proceso que se refleja en la tendencia de un grupo para permanecer unido en su propósito de conseguir los objetivos instrumentales propuestos por el líder.

Y como se observa, no todos en el prácticamente desconocido gabinete presidencial –este es “el gobierno de un solo hombre”–comparten lo que su supuesto líder tiene como metas.

Y esa ausencia de cohesión en el equipo de AMLO influye en el rendimiento.

De ahí las obras inconclusas y más caras que lo originalmente presupuestado…

… las carencias en el abasto de medicamentos…

… la corrupción que, como nunca antes, ni siquiera como en el peñato, corroe a funcionarios del equipo, incluso a familiares y amigos.

Y esas metas u objetivos, recuérdese, eran “la honestidad valiente”, el no mentir, no robar y no traicionar que hoy ya están en el basurero de la historia nacional.

¿Qué le sucedió a López Obrador?

¿Por qué perdió colaboradores eficaces como Carlos Urzúa, Arturo Herrera, Víctor Manuel Toledo, Javier Jiménez Espriú, Alfonso Romo, Lázaro Cárdenaset al?

AMLO debe saber que los aspectos que más valoran los seguidores de los líderes son por este orden: La autenticidad, es decir, que sean honrados y fieles a sus convicciones. La pasión, que el líder sea capaz de transmitir entusiasmo, optimismo, energía positiva.

Pero, necio, frustrado, amargado como está…

¿Condiciones en la extradición de Ovidio?

Y aparentemente, no’más así porque sí, la 4T extraditó a El Ratón Ovidio Guzmán.

Descrito por sus cercanos y aún por expertos en el escabroso tema del narcotráfico, como la escritora Anabel Hernández, como un tipo de carácter débil, la fallida Administración cuatrotera corre demasiados riesgos si es que al hijo de “el señor” –AMLO dixit—  Chapo los fiscales de Chicago le ponen una orquesta enfrente y aquel empieza a “cantar”.

Y es que en su bien memorizada “partitura” el menor –en todos los sentidos– de Los Chapitos debe tener estrofas completas bien musicalizadas con los nombres de los más próximos a la Cuarta Transformación: gobernadores, alcaldes, altos mandos militares, navales y policiales, lo mismo que a personajes del círculo familiar y amistoso, si no es que hasta del propio López Obrador.

¿Así como así?

¿De verdad no condicionaron la entrega a que Ovidio no “cantara”…

… aunque se sepa la letra?