En un trabajo del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados a raíz de la desindexación del salario mínimo, la muestra señala que el 62 por ciento de los encuestados considera benéfico el incremento al salario mínimo, pero 80 por ciento estima que subirán los productos básicos como consecuencia de ello.
Conocimiento del Tema
El sondeo, apunta que si bien el 86% de la población sabe de la existencia del Salario Mínimo (SM), su valor no es importante para la mayoría de la gente en su vida cotidiana, pues solo una cuarta parte (26%) conoce su valor actual, mientras que el 30% no tiene ni siquiera una idea aproximada. Sin embargo, la difusión sobre la desindexación fue exitosa, pues poco más de la mitad (52%) respondió saber que el SM se homologó en todo el país en octubre pasado.
Dos terceras partes de la población consideran que el SM debe servir para cubrir las necesidades de un individuo y no de una familia, como lo estipula la Ley Federal del Trabajo.
Una vez que la gente conoce el valor del SM, de $70.10 diarios, el 23% de los encuestados considera que es suficiente para que una persona cubra sus necesidades materiales, sociales y culturales. Pero la totalidad coincide en que su valor actual no alcanza para cubrir las necesidades de una familia.
Respecto a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, 74% de la población la conoce, pero un 75% considera que no ha cumplido con fijar salarios mínimos de manera correcta. La existencia misma del SM es considerada como justa por el 61% de los encuestados.
Ingresos de los hogares
El 42% de las familias dependen de un solo ingreso, en un universo en el que casi el 40% son profesionistas. Con solo 53% de los entrevistados con trabajo (sin considerar labores del hogar), resulta poca la gente que se hace cargo del sustento de una familia de 4.2 miembros, en promedio.
Si la gente ve en el SM una cantidad que puede resolver los problemas económicos básicos de un individuo pero no de una familia, surge la pregunta: ¿Por qué no hay más personas en la misma familia contribuyendo al ingreso familiar? Encontramos la respuesta en estas opciones:
Por falta de empleo.
Por falta de capacitación.
Por falta de ganas. Empresas de servicios, como las cadenas de cines o de limpieza, ofrecen trabajos con salarios por encima del mínimo y contratan casi permanentemente.
Asistencialismo. Diversos programas sociales locales y federales son desviados de su propósito, combate a la pobreza, lo que genera una cultura de dependencia entre personas que tienen capacidad para incorporarse al mercado laboral.
Tradición cultural. El trabajo en el hogar puede resultar indispensable para muchas familias mexicanas, lo que inhibe la participación de muchas mujeres en el mercado laboral.
Una tercera parte de la gente (32%) desconoce la existencia del trabajo informal y solo el 4% manifestó encontrarse desempleado.
La Desigualdad
La desigualdad que caracteriza a la economía nacional se refleja en los indicadores de necesidades básicas de la encuesta: por un lado, el 37% estima que 3 mil pesos mensuales son suficientes para que una persona solvente sus necesidades individuales; esto es, el equivalente a un salario mínimo de cien pesos. Mientras que otra tercera parte dice que un individuo requiere al menos 50 mil pesos mensuales; es decir un ingreso de 1,600 pesos diarios. Dieciséis veces más.
Respecto a las necesidades familiares, el 32% espera pagarlas con 5 mil pesos al mes, mientras el 51% consideran cubrir sus requerimientos familiares con 50 mil pesos mensuales. Diez veces más.
El 58% de las personas que aportan ingresos al hogar ganan más de un SM, y dos terceras partes tienen un ingreso inferior a 12,600 pesos mensuales, o 420 pesos diarios, que es superior al ingreso nacional promedio de la población económicamente activa: 264 pesos diarios (Inegi).
Percepción
El factor positivo de un eventual aumento en el SM se ve en que el 62% de los encuestados creen que el ingreso de los trabajadores se verá beneficiado, pero también ven un riesgo porque representa un probable pretexto para aumentar el precio de bienes y servicios. Como percepción negativa podemos citar varios eventos detectados en la encuesta:
El 71% de la gente conoce el proceso inflacionario y el 52% considera que un eventual aumento en el SM impactará negativamente en la inflación: 80% cree que subirá el costo de los productos básicos, 73% los impuestos y 67% las multas y sanciones.
El 58% prevén incremento de aportaciones a la seguridad social, y 44% están en desacuerdo con tal medida, contra 12% que se manifiestan muy favorablemente por dicho aumento.
El 63% manifiesta estar muy en desacuerdo respecto al posible incremento de impuestos en caso de aumentar el SM, contra 4% que opina muy favorablemente sobre esta medida.
Una tercera parte considera que el SM debe estar diferenciado por zonas geográficas.