El Día de las Madres muestra la forma en que se considera socialmente a las mujeres, como protectoras, cuidadoras, dueñas del espacio privado y en función de ello es que se les festeja.
Sin embargo, “los 365 días del año las violan o incluso las asesinan, y eso es precisamente el fondo de la cuestión. Por eso el 10 de mayo más que flores por parte de los hombres, lo que las madres y todas las mujeres necesitan es ser respetadas, reconocidas y valoradas como sujetos con plenos derechos”, afirmó.
La legisladora por Jalisco sostuvo que prevalecen hacia este sector muchas deudas del Estado y de la sociedad, respecto al reconocimiento social que implica la maternidad y la forma en se comparten esas responsabilidades, así como su contribución económica al país.
Consideró que el Día de las Madres no puede festejarse plenamente si aún existen limitaciones y desigualdades que sitúan a las mujeres en una clara desventaja frente a los hombres.
Plascencia Pacheco apuntó: debe revalorarse también el significado de la maternidad con enfoque social, en el que existan mayores condiciones de igualdad y una mejor distribución de las responsabilidades en la crianza y cuidado de los hijos.
Consumismo en la celebración no reivindica derechos femeninos
Por otra parte, la diputada de Movimiento Ciudadano, María Candelaria Ochoa Ávalos, sostuvo que a la mujer-madre se le debe reconocer sus aptitudes y diferentes roles, en un ambiente de respeto y equilibrio social y económico.
La secretaria de la Comisión de Igualdad de Género destacó la necesidad de reenfocar el concepto del 10 de mayo, porque se ha convertido en un día que fomenta el consumismo y no reivindica los derechos femeninos o la maternidad.
Con la conmemoración del 10 de mayo “se coloca a las mujeres en un nicho que la estereotipa como madre únicamente, basando su valía en función de su maternidad y no como un ente que debe gozar de derechos y respeto. No se les regalan objetos vinculados con su vida personal o que alienten su desarrollo intelectual o social, sino con la labor doméstica que realizan”, subrayó.
La diputada Ochoa Ávalos expresó que la maternidad como se entiende en México representa “el servicio para los otros. Como sociedad debe aspirarse a tener una maternidad más social y responsable, y reconsiderarse paralelamente la paternidad, para que sean actividades que fomenten la responsabilidad hacia los hijos y la familia de manera equilibrada, a fin de evitar que recaiga sólo en las mujeres”.
Aseguró que las mujeres mexicanas atraviesan una situación de crisis muy grave, ya que de los 60 millones de personas en pobreza extrema, en su mayoría son ellas quienes la sufren tanto en el ámbito urbano como rural, convirtiéndose en uno de los sectores más vulnerables, por la desigualdad y discriminación que sufren en lo social y laboral.
Existe un escaso reconocimiento hacia las mujeres, quienes encabezan entre el 33 y 34 por ciento de los hogares a nivel nacional; son jefas de familia con múltiples responsabilidades, sin que se les valore plenamente su contribución para mantener vigente esa célula social, además de su participación económica fuera o dentro de casa.
Frente a la violencia que prevalece dentro y fuera del hogar que coloca a la mujer en claras desventajas, se requiere revalorizar sus funciones y contribución al país y renovar el significado de la maternidad que socialmente tiene un papel tan importante que no se le da.
Este cambio de paradigma se necesita hacer desde la familia, primer espacio en donde se socializa, para “erradicar la creencia de que la madre y las hermanas son las sirvientas de los varones”.
La legisladora por Jalisco lamentó que el 10 de mayo se les haga fiesta a muchas mujeres, porque son ellas las que tienen que hacer la comida, recibir a los invitados y limpiar todo lo que dejan sucio, así como que les regalen platos, vasos o planchas y no algo que contribuya a su desarrollo personal y bienestar individual.
Precisó que se requiere un replanteamiento y una profunda reflexión de esa fecha, para “remontar la fiesta consumista” y otorgarle pleno reconocimiento al papel de la maternidad, y a la mujer que la ejerce libremente, sin presiones familiares y sociales. Además, reconocer a esta población su importante contribución con las diversas labores que realiza dentro o fuera de casa, concluyó.