TRAS LA PUERTA DEL PODER
Por Roberto Vizcaíno
El tema tiene ya varios años de estar a la vuelta y vuelta en el ánimo de no pocos estadunidenses. De todos los niveles y posiciones. Y de vez en vez se activa por cualquier motivo. Pero siempre ha quedado en el aire, sin respaldo de autoridad alguna, solo como un tema mediático. Hasta ahora…
La diferencia es que hoy es la primera vez que lo ha detonado un trabuco de alto poder integrado por decenas de fiscales republicanos estatales a quienes ha apoyado Merrick Garland, fiscal general de EU; gobernadores republicanos como Greg Abbot de Texas, varios comités del Senado como Bob Menéndez presidente del poderoso Comité de Relaciones o Asuntos Exteriores del Senado, y de la Cámara de Representantes… y Donald Trump.
Cierto, esencialmente lo de declarar terroristas a carteles y capos mexicanos es hoy un tema que cobra fuerza en la contienda presidencial de Estados Unidos.
Lo preocupante es que existe la creciente percepción entre altos funcionarios como en Anne Milgram, directora de la DEA, o en Todd Robinson, subsecretario para asuntos de Narcóticos del Departamento de Estado y el de Justicia, y los más importantes lideres legislativos norteamericanos de que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido rebasado por los narcos… o que de plano está coludido con ellos.
El exprocurador de Trump, William Barr es de estos últimos.
“La cabeza de la serpiente está en México y ahí es donde se debe dirigir el empuje (militar) principal de nuestros esfuerzos”, subrayó Barr.
Su argumentación es contundente: todas las drogas que entran a EU las controlan cárteles mexicanos, principalmente los de Sinaloa y Jalisco, a ellos les debemos 100 mil muertes al año por sobredosis lo que provoca un impacto económico del 5% del PIB.
En realidad, afirma, AMLO no está dispuesto enfrentar efectivamente a los cárteles. Por el contrario, los protege invocando constantemente la soberanía de México para impedir que Estados Unidos tome medidas efectivas.
Para Barr el país perjudicado tiene todo el derecho a tomar medidas directas para eliminar la amenaza, con o sin la aprobación del país anfitrión.
Merrick Garland, fiscal general de EU dijo hace unos días que “no me opondría” a designar terroristas a los cárteles mexicanos de la droga, mientras el senador republicano Lindsey Graham abogó entonces por designar terroristas a los cárteles, frente a la propuesta que cobró fuerza hace unas semanas, cuando 21 fiscales estadounidenses hicieron tal solicitud al presidente Joe Biden.
Una iniciativa presentada ya por los diputados Dan Crenshaw, y Mike Waltz, considera que las acciones militares deben enfocarse a los cárteles
-Jalisco Nueva Generación, del Golfo, Los Zetas, del Noreste, de Juárez, de Tijuana, de los Beltrán-Levya y la Familia Michoacana o de los Caballeros Templarios.
A todos ellos se les atribuye el envió de fentanilo a EU que “mata aproximadamente a 80 mil estadounidenses cada año de entre 18 y 45 años”.
La iniciativa presentada el 12 de enero en el Senado, autorizaría a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos actuar contra “los responsables de traficar fentanilo” o cualquier sustancia relacionada con esa droga a suelo estadounidense o quienes realicen otras actividades relacionadas que causen desestabilización regional en el Hemisferio Occidental”.
Tres acciones indican que estos cárteles son terroristas, afirman: cuando en 2015, el Cártel de Sinaloa derribó un helicóptero militar mexicano con un arma de alto poder; el fallido operativo de aprehensión de Ovidio Guzmán en 2019 y los ataques que lanzan constantemente en todo México y EU.
Los promotores de declarar terroristas a carteles mexicanos piensan no en una invasión militar norteamericana como ocurrió en el pasado, sino en el uso de métodos digitales y de drones armados, como ha ocurrido en medio Oriente.
Cada acción la decidiría el presidente Joe Biden y quien le suceda en el cargo.
AMLO Y MONREAL HABLAN DE INJERENCISMO
A todo ello respondieron ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador y el senador Ricardo Monreal, quienes hablaron de injerencismo.
El mandatario agregó que igual el tema contiene un elemento predominantemente propagandístico y electoral.
Lo mismo opinó el zacatecano quien agregó que el tema lo han relanzado ahora “los conservadores sajones para lograr un apoyo internacional”.
Endurecer las medidas de Estados Unidos contra México, con el pretexto del tráfico de drogas, es parte del ambiente prelectoral de los conservadores sajones, subrayó.
No rechazó sin embargo que lo del fentanilo no sea un asunto que hay que combatir, pero, dijo, con inteligencia, de manera coordinada, “una lucha que pueda permitir éxitos en el mediano y en el corto plazo y elevar el nivel de vida de las comunidades en México para evitar que sigan siendo presa fácil de las bandas de la delincuencia organizada”.
E insistió en que los senadores mexicanos no van a permitir estas amenazas injerencistas.
En este punto Monreal consideró que Estados Unidos tiene que hacer su parte en el combate al narcotráfico, ya que está ausente en la guerra vs la mafia y las redes criminales que se dedican a la distribución del fentanilo y a obtener ganancias del mismo en su país.
No, no es juego. No es una amenaza en el vacío o blof electorero. Los intereses que se mueven allá ciertamente son electorales, pero igual de seguridad nacional. Y esto último podría destrabar el asunto en el Congreso para que un día lo de las acciones militares contra carteles mexicanos sean una realidad.
Han sido ya muchas llamadas de atención y AMLO insiste en el absurdo de abrazos no balazos y de ir una y otra vez a Badiraguato.