Acusó al gobierno federal de “empeña en su estrategia de golpes mediáticos, derrochando los recursos públicos para presumir reformas que ha sido incapaz de instrumentar en beneficio del bienestar de la población”.
El diputado del PRD indició que de acuerdo con una reciente encuesta realizada por Parametría, a pesar de que el gobierno ha realizado enormes gastos en la difusión de las reformas impulsadas por el propio presidente, la mayoría de los entrevistados opina que no los ha beneficiado en nada; al contrario, considera que las reformas Hacendaria, Financiera y Energética los perjudicará en mayor medida.
En el tema económico, se argumenta que la restructuración de la vivienda y el bajo crecimiento de la economía mundial y estadounidense del 2013, son los causantes de la menor dinámica económica de nuestro país. “Si el argumento es cierto y tenían conocimiento de ello ¿por qué considerar un pronóstico de crecimiento que no estaba apegado a la realidad?”, cuestionó.
La economía ha empeorado y tampoco se ha logrado devolver la paz y tranquilidad a los mexicanos, a pesar de que este fue uno de los objetivos principales que se planteó en el actual sexenio.
El gobierno federal ha venido afirmando reiteradamente la legislación aprobada traerá consigo la generación de empleos, sin embargo, la reforma laboral que contó con el respaldo de Peña Nieto, no ha mostrado sus resultados y en contraparte promovió la subcontratación en las empresas: no ha aumentado la productividad ni mejorado los salarios. Se mantiene la precariedad del empleo y tenemos un sector informal de 60% de la población ocupada.
Ante la demanda de empleos, ingresos, crecimiento y mejores condiciones de vida, el gobierno sólo ha entregado dádivas a la población, mientras que sigue permisivo ante la evasión fiscal de grandes empresas y monopolios a las que, por no cobrarles como es debido, subsidia con enormes sumas.
Miguel Alonso Raya enfatizó que con la Reforma Energética se establece un requisito de 35% de contenido nacional a nivel de la industria en hidrocarburos y, en electricidad no se define. Esto impedirá asimilar tecnología, crear cadenas productivas con Pymes y generar empleos. Así, las inversiones no se reflejarán en un mejor nivel de desarrollo nacional.
Con la Reforma Hacendaria se esperaba tener una mayor recaudación, pero al implementarse, no se contaba con la capacitación y el personal necesario para realizar todas las actividades otorgadas, y finalmente se dieron prórrogas o condonaciones a ciertas empresas.
Las leyes secundarias de Telecomunicaciones promovidas por el Ejecutivo Federal no se apegaron a lo establecido en la reforma constitucional, no promueven la competencia, no impulsa los medios públicos y comunitarios; mientras que fortalece los monopolios tradicionales del sector de telecomunicaciones y radiodifusión; y la población sigue sin percibir un cambio en la calidad y costos de los servicios de telefonía y televisión de paga.
La instrumentación de la Reforma Educativa, como todas las demás, ha sido deficiente; por ejemplo, hasta el momento sólo se ha cumplido con un 38% de la meta sexenal respecto a las Escuelas de Tiempo Completo. En un afán de abogar por la modernización del sector y método de aprendizaje, se decidió entregar equipos de cómputo portátiles sin considerar que todavía muchas escuelas carecen de servicios básicos para su operación y fomento del proceso de enseñanza aprendizaje, entre ellos energía eléctrica e internet.
El presupuesto aprobado en 2014 para mejorar las condiciones física de los planteles (7 mil 567 millones 200 mil pesos), sigue atorado en la burocracia, en tanto que los recursos destinados para instalar bebedores con agua potable (cerca de 10 mil millones de pesos), a estas alturas del año fiscal no llega a las escuelas.
De haberse operado con oportunidad tan sólo estas acciones, hubiesen tenido un impacto significativo en la mejora de la gestión y calidad educativa y en el bienestar de millones de alumnas y alumnos; pero Peña Nieto se empeña en gobernar desde las televisoras a las que sí les ha canalizado con prontitud miles de millones de pesos de recursos públicos para promocionar su gobierno, que siguen sin dar resultados concretos.
“Además de los señalados, los grandes pendientes de esta administración que no son abordados en el Segundo Informe de Gobierno, son los temas de transparencia, combate a la corrupción, transparencia en el gasto de la propaganda gubernamental y los salarios mínimos”, aseveró el coordinador parlamentario.
“El Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática votó en contra de algunas de las reformas, como la energética, porque privatiza parte de la exploración y explotación de los hidrocarburos y de la renta petrolera, abre las puertas de la riqueza energética del país a las trasnacionales y pone en riesgo la soberanía nacional.
“Sin embargo, es hora de que el cúmulo de reformas aprobadas impacten para bien el bolsillo de los trabajadores y la economía de sus familias. El grave riesgo es que Peña Nieto continué presumiendo las reformas a lo largo de su sexenio y que éstas no se reflejen en políticas públicas eficaces, mientras que la pobreza, la desigualdad y la injusticia social siguen incrementándose”, agregó.
Miguel Alonso Raya dijo que por eso es urgente fortalecer la rendición de cuentas y las facultades de control del Poder Legislativo para que el Ejecutivo Federal no sólo entregue por escrito el informe, sino que comparezca ante el Congreso de la Unión, en lugar de convertir esta obligación constitucional en una parafernalia mediática y en un intento por reestablecer el presidencialismo autoritario.
Sólo con respeto a la división de poderes y a los mecanismos democráticos que nos hemos dado y con la construcción de acuerdos en los que participen la diversidad de fuerzas políticas del país y las organizaciones ciudadanos de toda índole, y en donde se respeten los compromisos; es como el país podrá salir adelante.
De otra manera, únicamente se fomenta la simulación y el engaño a la población, en aras de beneficiar al gobierno en turno y a sus aliados.