Ciudad de México, México.– El presidente chino, Xi Jinping, es un líder que no acepta opiniones contrarias, ni siquiera del círculo máximo del poder; tiene pretensiones de dirigente de alcance global y es inseguro en cuanto a su propia capacidad; es un genial manipulador para obtener el poder, concentrarlo en sus manos como nunca en 30 años y perpetuarse en él, expuso el primer embajador de México en China (1972-1976 y 1982-1987), Eugenio Anguiano Roch.
Recordó que como parte de su intervención en el 20 Congreso del Partido Comunista chino, el mandatario presentó un balance de su desempeño hasta el momento y los posibles escenarios de evolución en temas clave como la rivalidad con Estados Unidos, sus relaciones con Rusia y el sur global, así como la estrategia de reunificación de Taiwán, entre otros aspectos, refirió.
En su participación en el ciclo de conferencias del Centro de Estudios China-México (Cechimex) de la Facultad de Economía de la UNAM, Anguiano Roch explicó que el gobernante, en su calidad de secretario general del Partido Comunista de China (PCCh), nombramiento recibido en ocasión del Congreso, en su informe realizó un recuento de sus logros durante el lustro pasado y los cambios de la primera década de la nueva era china. “Mencionó 91 veces la palabra seguridad, 21 militar y 22 lucha”.
En cambio, prosiguió, el concepto de reforma política estructural, un proceso importante porque fue el gran avance emblemático que apareció dramáticamente en el congreso de 1987, no formó parte de su lectura. “Eso significa claramente que se echarán atrás o congelarán muchos de los avances de la apertura y del cambio político, aunque en el texto se señala que China seguirá integrada a su política de aperturas”.
Tres hechos mayores resaltaron en el informe, que tienen profundo significado histórico: la celebración de los 100 años del PCCh; la consolidación de una nueva era del socialismo con características chinas y la erradicación de la pobreza absoluta, acotó.
En su charla a distancia, “China después del 20 Congreso del Partido Comunista”, Anguiano Roch mencionó que el mandatario oriental también enfatizó cifras del crecimiento económico reciente: el producto interno bruto de su país como el segundo mayor del mundo, y primer lugar en el orbe en la producción de cereales e industrial.
Destacó que el tema central del PCCh es dirigir al pueblo y a sus etnias para llevar a la nación, en 2049, a 100 años de fundación de la República Popular China, a un socialismo moderno y al rejuvenecimiento de la nación. “Es decir, recuperar lo que fue en el pasado histórico, cuando el gigante asiático era la gran potencia mundial; el compromiso de elevar el bienestar social mediante políticas que aseguren un crecimiento futuro sustentable y una mejor distribución de la riqueza”.
En política internacional busca la reunificación nacional por medios pacíficos, pero jamás renunciar al uso de la fuerza, comentó Anguiano Roch.
Recordó que al 20 Congreso asistieron como congresistas 98.3 por ciento de los delegados (dos mil 338 de los dos mil 378 electos), más los delegados invitados especiales, todos emitieron su voto individual y secreto. El resultado fue el nombramiento de 205 miembros titulares del Congreso. También se eligieron 133 integrantes de la 20 Comisión Central de Disciplina del Partido Comunista.
Gobernanza global
En los discursos presentados se hizo patente la consolidación y el predominio de Xi Jinping en los últimos 30 años, como dirigente supremo y la subordinación del liderazgo colectivo, y se vislumbró “toda la hegemonía política de un solo hombre que podría quedarse en el poder hasta su muerte, como ocurrió con Mao Zedong, y se enaltece el principio de seguridad nacional que garantiza el partido dominante y único”.
En las últimas tres décadas, prosiguió, el PCCh abrió la oportunidad de mayor bienestar a la población a cambio de que se aceptara, sin reservas, su autoridad política suprema; la esperada reelección de Xi Jinping para un tercer lustro en el poder va acompañada del apoyo incondicional del partido hegemónico.
Asimismo, los grandes objetivos del mandatario y del Partido Comunista son la modernización durante el periodo 2020-2035; celebrar los 100 años del Ejército Popular de Liberación para 2049; fuerzas armadas preparadas tecnológicamente para entrar en combate; construir un gran país socialista, moderno, próspero, fuerte, democrático, culturalmente avanzado, armonioso y bello.
“Mientras que en el rubro internacional el objetivo de Xi Jinping es aumentar la posición e influencia internacionales de China, para jugar un gran papel en la gobernanza global”, indicó el diplomático.