La reforma al artículo 2 de dicha norma, establece como Desarrollo Urbano Sustentable al proceso de planeación y regulación que permitan satisfacer las necesidades básicas de los centros de población: alimentación, salud, educación, trabajo, cultura y vivienda en un ambiente armónico, en el que se respeten los derechos humanos de las personas con estricta observancia a la preservación del medio natural que los rodea.
Al fundamentar el dictamen, enviado al Senado de la República para sus efectos constitucionales, el diputado Raúl Domínguez Rex (PRI) explicó que integrar una definición de desarrollo urbano sustentable garantizará que todas las acciones que se desarrollen en el marco del crecimiento poblacional y asentamientos humanos, se ejecuten con estricta observancia al ciudadano y al cuidado del medio ambiente.
El presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial agregó que la definición de desarrollo urbano actual en dicha ley se encuentra rebasada, de acuerdo a lo señalado tanto por diversos organismos nacionales, como por los nuevos conceptos y consideraciones a nivel mundial.
Estimó que los esfuerzos deben enfocarse a regular la ocupación, transformación y utilización del territorio nacional mediante un proceso de planeación de desarrollo urbano sustentable, que permita enfrentar el aumento de la población urbana.
Promover el asentamiento seguro de la población en proyectos de vivienda con una adecuada cobertura de servicios y equipamiento urbano, vinculados a un desarrollo económico con vocación regional que permita que la conectividad y la infraestructura de las ciudades generen bienestar y prosperidad.
Durante su posicionamiento, el diputado José Alfredo Ferreiro Velazco (Encuentro Social) indicó que durante el siglo XX y lo transcurrido del XXI, México ha experimentado un acelerado proceso de urbanización, caracterizado por el aumento sistemático del volumen y proporción de población que reside en zonas urbanas, así como en la multiplicación del número y tamaño de las ciudades.
Con esta reforma, dijo, se busca fomentar un crecimiento ordenado de las ciudades y que las distancias no representen una barrera para los ciudadanos. “Ciudades productivas en las que se aprovechen al máximo las ventajas de vivir en la urbanización y se genere un crecimiento compatible y, sobre todo, una sustentabilidad en el medio ambiente.
El diputado Luis Alfredo Valles Mendoza (Nueva Alianza) mencionó que la Ciudad de México tiene una severa crisis de contaminación del aire y “estamos padeciendo los errores de un crecimiento urbano descuidado y mal planificado”. El aumento de la población ha impactado de manera negativa en el cambio del uso de suelo, provocando importantes efectos ambientales, sociales y económicos.
Estimó que el desarrollo urbano sustentable es la alternativa a ese modelo de desarrollo material, ya que está basado en el respeto al medio ambiente, el desarrollo equilibrado y armónico de las ciudades y del campo. Lo que se busca es fomentar un crecimiento ordenado de los centros de población para hacer ciudades productivas.
En tanto, el diputado Jonadab Martínez García (Movimiento Ciudadano) dijo que el desarrollo urbano impacta a todos y el reto es conciliar los intereses, para lograr un escenario ideal de sustentabilidad, en donde la legalidad sea la regla y el respeto cotidiano.
Consideró que la reforma abarca un aspecto fundamental relacionado a la economía verde, al establecer la estricta observancia a la preservación del medio natural que rodea a todos.
El diputado Mario Ariel Juárez Rodríguez (Morena) subrayó que en la actualidad el modelo de desarrollo poblacional ha sido depredador con la madre tierra y “que, en el afán de generar riquezas para unos cuantos, se ha buscado la extracción de recursos a costa de acabar con poblaciones enteras”.
Anunció que su grupo parlamentario votaría a favor del dictamen; sin embargo, aclaró que la definición no es del todo satisfactoria, pero abona en la búsqueda de una mejor calidad de vida siempre con respeto y cuidado del medio ambiente.
Por el PVEM, el diputado José Alberto Couttolenc Buentello comentó que durante años en nuestro país prevaleció la cultura de la expansión desordenada, dando paso a la construcción de una metrópoli de grandes proporciones en las cuales destaca la falta de planeación, destrucción de áreas verdes, desaparición del suelo rural y la devastación del medio ambiente.
Integrar una definición de desarrollo urbano sustentable, recalcó, garantizará que todas las acciones que se desarrollen en el marco de crecimiento poblacional y asentamientos humanos, se ejecuten con estricta observancia al cuidado de nuestro medio ambiente.
El diputado Ricardo Ángel Barrientos Ríos (PRD) resaltó que existe un creciente deterioro de la estructura física de las ciudades, que se refleja en la inseguridad, el equipamiento urbano y los servicios públicos básicos y los problemas con que operan las áreas recreativas y culturales.
La reforma, dijo, no va a transformar el modelo de desarrollo urbano al que aspiramos, “pero es un pequeño paso adicional a la orientación correcta”.
Del PAN, la diputada Leticia Amparano Gamez consideró fundamental transitar hacia un nuevo modelo integral de desarrollo urbano, ciudades humanamente sostenibles con calidad de vida, limpias, habitables y solo será posible mediante una visión distinta del desarrollo que debe permanecer o permear en todos los ámbitos de nuestra cultura, acción social y política.
La reforma, añadió, permitirá establecer mejores mecanismos de planeación y regulación entre la población, el territorio y el entorno ambiental, con una visión estratégica y prospectiva, a fin de garantizar mejores instrumentos de gestión pública entre los diferentes ámbitos de gobierno.
El diputado Gabriel Casillas Zanatta (PRI) señaló que el desarrollo sustentable debe entenderse como la interacción entre causa y efecto en la que se requiere establecer políticas públicas, reformar estructuras institucionales y fomentar una sinergia entre éstas en la que prevalezcan los aspectos de crecimiento económico, control demográfico, conservación del ecosistema, además de uso y reutilización de los recursos.
Precisó que su grupo parlamentario está consciente del gran reto que implica enfrentar el problema de la población urbana, por lo que resulta necesario adecuar la legislación, dotándola de un concepto que haga prevalecer el espíritu de la realidad existente.