El Presidente, y sus colaboradores, han demostrado que el ejercicio discreto, pero eficaz, de la política y del diálogo democrático y plural, son la única fuente de los resultados y las transformaciones que están en marcha, afirmó.
“Ello es referente y valioso legado para la cultura política y democrática de nuestro país”, indicó el líder parlamentario al fijar la posición de su partido en el marco de la entrega del segundo informe de gobierno del Ejecutivo federal y del inicio del Tercer Año de Ejercicio de la LXII Legislatura.
El diputado priista hizo al inicio una recapitulación del trabajo durante esta legislatura y de la aprobación de importantes reformas, en medio de intensos debates por las diferencias entre los grupos parlamentarios.
“Lo más trascendente resulta reflexionar sobre el valor de la política y del diálogo parlamentario, de modo que apreciemos mejor cómo fue posible alcanzar acuerdos y aprobar las reformas necesarias, y también para aprovechar y ver la manera de proponernos seguir haciendo política parlamentaria”, sostuvo.
Beltrones Rivera subrayó que el Poder Legislativo ha mostrado estar a la altura del momento histórico y que al practicar la política democrática y construir desde la pluralidad, sí es posible llevar a México a su cita con un mejor futuro.
“Hoy contamos con un nuevo entramado legal e institucional, cristalizado en once reformas transformadoras que deben darle un renovado impulso al desarrollo nacional”, añadió.
No obstante, señaló la necesidad de admitir que es ahora cuando el ciudadano medio debe empezar a sentir el cambio en sus bolsillos, en su seguridad, en educación y salud de calidad.
El líder parlamentario aseguró que durante la discusión de las reformas aprobadas se aprendió que “en medio de nuestras diferencias, no debemos renunciar a la tarea primordial de hacer política y practicar el arte de la política parlamentaria, transparente y leal”.
Aseveró que el debate de las ideas y la construcción de acuerdos que permitan avanzar y resolver los problemas del país sólo pueden ser posibles “si no renunciamos a la política, espíritu natural que acompaña al hacedor de cosas”.
“Abdicar a hacer política para entendernos y atendernos en nuestras preocupaciones, sería asumir una postura fácil e irresponsable al permitir que el Poder Ejecutivo o el Legislativo dejaran, como única y no como última instancia, al Poder Judicial en la definición de nuestra legalidad”, advirtió.
Aseveró que los últimos dos años han demostrado que cuando se persevera en el ejercicio de la política, “comenzamos a darle un nuevo rostro a México, mediante la forma que mejor garantiza el cambio a largo plazo: crear nuevas leyes, perfeccionar las existentes y consolidar las instituciones de la República”.
“En nuestras diferencias puede encontrarse nuestra fortaleza”, sostuvo.