Ciudad de México, México.– Las modificaciones que se realizarán a la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos se debe regular, pero no prohibir, y privilegiar los intereses públicos sobre los de las empresas privadas, además de dejar atrás las regulaciones “clasistas, racistas, y enaltecer nuestras identidades”, opinaron legisladores en las mesas de diálogo rumbo a la actualización de esa norma.
Al continuar con el desahogo de las mesas de diálogo rumbo a la actualización de la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos, organizadas por el Congreso de la Ciudad de México, se abordaron las temáticas: la regulación del espacio público para la realización de actividades culturales, la creación de públicos y el turismo cultural.
En su intervención, la diputada Ana Francis López Bayghen Patiño (MORENA), consideró que con las modificaciones que se realizarán a la legislación en la materia se debe regular, pero no prohibir, y privilegiar los intereses públicos sobre los de las empresas privadas, además de dejar atrás las regulaciones “clasistas, racistas, y enaltecer nuestras identidades”.
Asimismo, puntualizó que entre las labores de las instituciones de gobierno deberían estar el generar propuestas y acompañar el acceso de las diversas expresiones culturales al circuito turístico de la ciudad, ya que se podrían generar importantes ingresos, en beneficio de los ciudadanos dedicados a estas actividades.
En su oportunidad, el diputado José Fernando Mercado Guaida (MORENA), se refirió a las áreas de oportunidad en el rubro cultural, y aseveró que hace falta una política de creación de públicos para los eventos culturales, que a la par incentive el aumento del turismo local, para hacer de la cultura un negocio rentable y próspero.
Por su parte, Juan Carlos Bonet, secretario ejecutivo del Sistema de Apoyos a la Creación y a Proyectos Culturales (FONCA), dijo que es indispensable analizar las restricciones que se incluirán en la legislación para no coartar libertades y derechos, pero sí “delinear bien qué se puede, dónde se puede, cuándo se puede, a qué hora se puede y a qué volumen se puede”, así como incorporar la figura de curaduría, es decir, que se regulen los temas que darán origen a los desfiles en la capital, pues la mayoría de ellos son organizados por grandes empresas.
