El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) debe coordinar y vigilar la aplicación del 60 por ciento del presupuesto federal en la materia que maneja la administración pública, para evitar dispersión de recursos.
Sostuvo que “es muy preocupante que el Conacyt no verifique el uso de los recursos, porque cada secretaría, a su libre criterio, cree implementar un proyecto de ciencia, tecnología e innovación sólo porque compra e instala computadoras, y no es así”; además, ninguna de estas dependencias federales comprueba gastos en este rubro, sostuvo.
Explicó que la instancia legislativa construye un dictamen para que el Conacyt verifique el destino de ese 60 por ciento del presupuesto etiquetado, “lo desdoble y cheque”.
Quezada Salas resaltó la necesidad de optimizar el presupuesto ante el recorte registrado e implementar una agenda común. Por ello, la comisión impulsa un proyecto para reunir a todas las instituciones vinculadas con la ciencia, tecnología e innovación como el Conacyt y el Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República, entre otros, ya que cada organismo maneja acciones diferentes dispersando esfuerzos y objetivos.
“La comunidad científica mexicana necesita establecer una estrategia a corto, mediano y largo plazo que realmente involucre a todos los actores y dé viabilidad de solución, sobre todo para apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas, que no cuentan con tecnología que aliente mayor competitividad”.
El sector privado mexicano debe comprometerse e invertir en el desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación, y no sólo se canalicen recursos gubernamentales. “Se deben sumar esfuerzos para que la mayoría de las empresas nacionales busquen este objetivo”.
La diputada del PRI, Lucely Alpizar Carrillo expresó su preocupación por que el sector privado nacional no se compromete ni “le apuesta con inversión al desarrollo de la tecnología y ciencia, a fin de que la planta productiva eleve su competitividad”.
En el país, el 90 por ciento de los recursos para impulsar este rubro proviene del sector público, mientras en naciones desarrolladas son las empresas las que invierten la mayor parte.
Por otra parte, la Comisión de Ciencia y Tecnología entregó un reconocimiento a Carlos Antonio Santamaría Díaz, alumno de 9 años de edad, graduado del Diplomado en Bioquímica y Biología Molecular en la Facultad de Química de la UNAM.
Mirza Flores Gómez, diputada de Movimiento Ciudadano, resaltó el talento del infante y lo consideró “como un gran mexicano, ejemplo para niños y adultos”. Le sugirió “divertirse al desarrollar su innato talento para la ciencia”.
El diputado Quezada Salas destacó la importancia de estimular a los estudiantes de excelencia, a fin de eliminar barreras en las instituciones de educación nacionales y les sean reconocidos sus estudios de postgrado y diplomados a niños y jóvenes que cuentan con talento. “Carlos Antonio es un orgullo y ejemplo de que existen mexicanos en la ciencia y no sólo en el narcotráfico”, expresó el legislador.