Una mujer ante los poderosos

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Análisis a Fondo

  • En vez de sembrar guerras, sembrar vida
  • @ClaudiaShein viaja en avión comercial

Por Francisco Gómez Maza

Los mexicanos, aún aquellos ufanados en contradecir la realidad, tenemos Presidenta, una Presidenta que nos recuerda al Benemérito de las Américas, Benito Juárez García, el indio de Guelatao; al general Lázaro Cárdenas del Río, expropiador del petróleo de las empresas europeas y al defensor de la Democracia, el iniciador de la Revolución, Francisco Indalecio (Ignacio) Madero.

Y la mujer gobierna, por primera vez, desde la fundación de la República. Y ahora sí que, llegando y haciendo fuego como se dice vulgarmente. A un mes y medio de haber tomado posesión de Palacio Nacional, esta verdad quedó demostrada ante todos, ahora que Claudia Sheinbaum Pardo puso en el primer plano mundial a las mujeres, en la Cumbre de Líderes del G-20, reunida en Río de Janeiro, el bello balneario del gigante territorio gobernado por Luiz Inácio Lula da Silva.

La Presidenta abordó el avión que la condujo a Brasil con el deseo de buscar avances en asuntos fundamentales para el desarrollo armónico de México, como igualdad de género, desarrollo sustentable, digitalización, programas sociales y la alianza con Brasil para combatir la pobreza y el hambre. Y este último tema, inspirado en la propuesta del mandatario brasileño, muy preocupado, y ocupado, por la pobreza y el hambre en el mundo, y por satisfacer el hambre de multitud de compatriotas que sobreviven en la extrema pobreza, tanto en su país como entre los 35 países del Continente Americano, incluido Estados Unidos, en donde la pobreza se oculta por el consumismo de productos chatarra, con los que un puñado de ricos se apropia de la pobreza de millones de personas.

El este contexto fue valiosísima la participación de Claudia Sheinbaum Pardo en la Cumbre de gobernantes, en la que participaron muchos mandatarios que no tienen ni idea de lo que significan, para millones de seres humanos, la pobreza, la extrema pobreza, la miseria y el hambre, la falta de educación, la insalubridad, la muerte prematura, la falta de agua potable, entre otras maldiciones que padecen las mayorías.

Ante esta dramática situación, Sheinbaum Pardo les propuso a los miembros del G20, en momentos de una inminente destrucción de la vida en la Federación Rusa y en Ucrania, con el disparo de misiles nucleares, autorizada por el católico presidente Joseph Biden, y la perpetración de la masacre de mujeres y niños en la franja de Gaza en Palestina, que los gobiernos de ese club de ganadores destinen el 1 por ciento de su gasto militar para reforestar al planeta, y recrear las condiciones para paliar el hambre en el mundo, propuesta que fue como una bofetada con guante blanco a los gobiernos imperiales que atizan el incendio de la guerra. Sembrar vida en lugar de sembrar la guerra, les advirtió la Presidenta mexicana.

La Premio Nobel tuvo oportunidad y la cumplió de desengañar a Occidente de que México es el proveedor principal de drogas que matan a un promedio anual de cien mil jóvenes anualmente en Estados Unidos, previendo que, a partir del próximo enero, el presidente ganador de las elecciones del 5 de noviembre, Donald Trump, retornará a su diabólica política de deportar a cientos de miles de inmigrantes mexicanos y latinoamericanos, so pretexto de que son los portadores de drogas y de la criminalidad que azota a los estadounidenses.

Inclusive, Trump insistirá en que la narcoviolencia que impera en territorios mexicanos es narcoterrorismo que obliga a la intervención de fuerzas militares gringas en territorio mexicano. Cumplió su misión ante el mundo la doctora Presidenta, dejando en claro que las mujeres pueden representar una nación, no como si fueran hombres, sino como seres humanos que luchan por la justicia y la paz. Un muy buen ejemplo para muchas que no se atreven a desafiar al machismo.