La gran batalla por la liberación de los indígenas

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Análisis a Fondo

  • Se fue Gustavo Gutiérrez inspirador de la teología de la liberación
  • Antes dejó este mundo, que no la lucha, Jtatic Samuel Ruiz García

Por Francisco Gómez Maza

El asesinato a mansalva, sin piedad, del sacerdote Marcelo Pérez Pérez, ampliamente documentado por medios de información y de propaganda de todo el mundo, me transportó al pasado glorioso del periodismo mexicano, a los años 70 y 80, especialmente, que pareciera que quedaron en el olvido, pero que son el testimonio escrito de la lucha por la liberación de los pueblos y comunidades indígenas de América Latina, con luchadores como el obispo brasileño Dom Helder Cámara, el obispo de Chiapas, Samuel Ruiz García, salvadoreño, el mártir de la liberación, Óscar Arnulfo Romero de El Salvador, entre otros muchos, y muchos luchadores que actualmente, trabajan en las comunidades indígenas luchando por la justicia en el trato de las clases dominantes hacia los pobres y humillados, perdieron a una de sus figuras más influyentes e inspiradoras de la lucha por la liberación de los pueblos que aún continúan siendo víctimas del racismo, de la exclusión, del desprecio de las clases dominantes. La muerte del creador de la llamada teología de la liberación que implica el compromiso evangélico por la solidaridad con los desheredados que viven en la pobreza e inclusive en la miseria en estos tiempos de modernidad.

Periodistas inclusive, que vivieron, que vivimos, aquellos momentos de locura por las clases oprimidas, supimos de la muerte del gran Gustavo Gutiérrez Merino, teólogo, sacerdote, monje de la orden dominicana, y ferviente defensor de los pobres y de la iglesia de los pobres, Gustavo falleció en Lina, Perú, su tierra natal, el pasado martes 22 de octubre de 2024. Dicen sus panegiristas que Gustavo murió dejando, a los 96 años. un legado marcado por la profunda huella que dejó en la Iglesia Católica y en la vida de millones de personas del pueblo creyente, especialmente de aquellos que sufren la exclusión y la pobreza en el continente latinoamericano. La información fue proporcionada oficialmente por la Provincia dominicana San Juan Bautista del Perú y sus restos fueron velados en la Sala Capitular del Convento Santo Domingo de Lima.

Junto con Gustavo, descollaron en América Latina muchos hombres de iglesia, como el obispo de Chiapas, Jtatic Samuel Ruiz García, quien revolucionó la pastoral indigenista entre las comunidades mayenses de Chiapas, Guatemala y Centroamérica. Su trabajo, inspirado en la teología de la liberación, impulsada por el dominico peruano, impulso grupos de reflexión en torno al papel de los sacerdotes católicos y algunos ministros protestantes entre las comunidades indígenas asoladas por la explotación de la fuerza de trabajo y la propaganda del neoliberalismo en las relaciones entre las distingas etnias originarias y los grupos caciquiles que nunca reconocieron el trabajo evangélico del obispo y que continúan aplicando las políticas racistas en su relación de imposición sobre la vida y el futuro de los pueblos pobres, que nunca saldrán de la pobreza y muchos de la miseria si los caciques siguen imponiéndose en la relación con los indígenas,

El trabajo de obispos como Jtatic Samuel Ruiz García fueron la materia en la que se inspiró el padre Gustavo Gutiérrez para crear la Teología de la Liberación, una inspiración profunda para el trabajo de sacerdotes y laicos en pro de la defensa de los derechos humanos de las humanidades desprotegidas por los gobiernos títeres del aún vigente del imperialismo de los gobiernos de Estados Unidos y de la derecha que ha imperado en suelo latinoamericano.  Sin embargo, la figura de aquellos obispos, como Raúl Vera López, podría asegurar que encabezados por Jtatic Samuel García, seguirán impulsando la liberación de los oprimidos, desde el trabajo realizado por los hombres y mujeres de iglesia.