Procurar inflación baja y estable contribuye al desarrollo económico y al bienestar de población, asegura universitaria

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Ciudad de México, México.– Ejercicio de educación económica financiera que durante 24 años han llevado a cabo la Facultad de Economía (FE) de la UNAM y el Banco de México, la Cátedra Banxico-FE es un puente que conecta a estudiantes y funcionarios, destacó la directora de esa entidad académica, Lorena Rodríguez León.

Además de detallar diversos aspectos técnicos de la política económica del país, la Cátedra explica el papel protagónico que ha tenido dicha institución bancaria en la economía nacional a partir del México posrevolucionario, añadió.

Al inaugurar el evento conjunto en el auditorio de Banxico, subrayó la colaboración en beneficio de los estudiantes, así como la coordinación de Clemente Ruiz Durán, profesor de la FE, en este ejercicio académico.

Procurar un ambiente de inflación baja y estable constituye un bien público que contribuye al desarrollo económico y al bienestar de la población, estimó el subgobernador del Banco de México, Omar Mejía Castelazo.

Al ofrecer la conferencia inaugural “Política monetaria y el régimen de objetivos de inflación”, señaló que en las últimas décadas surgió un consenso a nivel internacional de preservar esas condiciones.

“El objetivo de la inflación baja se fundamenta en los beneficios asociados a ella: protege el nivel adquisitivo, particularmente de los hogares con menores ingresos; genera un ambiente propicio para la planeación de mediano y largo plazo de los agentes económicos; coadyuva a una asignación eficiente de recursos de la economía; y contribuye al desarrollo del sistema financiero”, argumentó.

Ante estudiantes de Economía de la UNAM, Mejía Castelazo agregó que en México se sigue el régimen de objetivos de inflación, que se caracteriza por un compromiso institucional con la estabilidad de precios, una meta cuantitativa única para la inflación, y mejorar la transparencia y comunicación con el público. “Estos elementos contribuyen a que el banco central genere credibilidad de que procurará mantener un ambiente de inflación baja”.

El economista comentó que a nivel internacional más de 45 economías (11 avanzadas y 34 emergentes) han instrumentado el régimen de objetivos de inflación de manera formal.

“La evidencia empírica indica que los países que implementaron este régimen alcanzaron niveles de inflación más bajos, menores expectativas de inflación y una menor volatilidad de la inflación en comparación con economías que tienen otros regímenes monetarios”, manifestó.

No apunta a que haya efectos adversos visibles en otras variables. “Este esquema no es rígido y ha ido evolucionando para dar mayor flexibilidad a los bancos centrales en la conducción de la política monetaria”, enfatizó Mejía Castelazo.

El funcionario recordó que la inflación está constantemente sujeta a choques, los cuales tienen repercusiones diferentes sobre esta. Por ejemplo, el impacto generalizado o focalizado en algunos precios y el transitorio o persistente.

Como en el resto de las naciones, con la pandemia de 2020 y eventos como la guerra en Ucrania, la inflación en la nuestra aumentó ante los choques globales; ha disminuido conforme estos eventos se han disipado, aseguró.

El funcionario advirtió que la inflación de las mercancías sigue bajando, pero la de servicios no muestra aún tendencia clara en ese sentido. De acuerdo con el experto, la no subyacente ha sido afectada por impactos en los precios de productos agropecuarios y energéticos que se han eliminado gradualmente.