Ciudad de México, México.– La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y la iniciativa privada emprenderán acciones coordinadas tendientes a fortalecer al sector primario, con el uso de tecnologías y mejores prácticas sostenibles, y que faciliten una mayor productividad en beneficio de los agricultores, de sus comunidades y de la seguridad alimentaria de la población de México.
Bajo este esquema se impulsará la reducción en el consumo de agua y cultivos más resilientes a sequías y plagas y que utilicen menos fertilizantes e insumos en general, informó el secretario Víctor Villalobos Arámbula al presidir la firma de un convenio de concertación con el Centro de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sostenible (Cespedes), que contó con la participación de representantes de las principales agroindustrias del país.
Con el trabajo de ambas instancias incentivaremos la agricultura regenerativa, con un enfoque sistémico y de cuenca, a través de la restauración de los suelos degradados y el manejo y aprovechamiento sostenible del suelo y del agua, así como de los polinizadores, entre muchos otros, que claramente inciden en un manejo de la agricultura mucho más sustentable, detalló.
Asimismo, indicó, se fortalecerá la tecnificación de riego y el uso eficiente del agua y se promoverá la medición de la huella hídrica que este gobierno ha venido implementando, esquema que representa un cambio en la concepción en el incremento de la productividad, toda vez que el tradicional se sustenta en la producción de toneladas por hectárea y el nuevo considera como prioritario la cantidad de agua que se necesita para producir esa tonelada.
Promoveremos, además, la capacitación de los pequeños agricultores, para la aplicación de prácticas alternativas de manejo de los sistemas de cultivo, y en estrategias para disminuir los desperdicios de alimentos en el país, afirmó el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Villalobos Arámbula subrayó que de manera coordinada también se trabajará en la lucha contra el cambio climático, a través de acciones que reduzcan las emisiones, que midan la huella de carbono y que incrementen la resiliencia del sector agroalimentario.
De esta manera, los sectores público y privado contribuiremos a la recuperación económica de las comunidades mediante su integración en los mercados y con apoyos para aumentar su productividad, puntualizó el secretario Víctor Villalobos.
Buscamos que con este tipo de alianzas nuestro país redoble esfuerzos para consolidar una agricultura sustentable, que favorezca la seguridad alimentaria, de manera armónica con la protección de los recursos naturales y la integración de la biodiversidad, con el desarrollo de sus productores, de sus familias y de todas sus comunidades, apuntó.
Las alianzas público-privadas representan un punto clave para impulsar la productividad, la generación de empleos, la entrada de divisas y mantener la dinámica económica y productiva del país, expresó.
Estas sinergias juegan también un papel determinante para acercar la innovación y las mejores prácticas agrícolas a los productores, con el objetivo de hacer frente a los impactos del cambio climático, agregó.
El coordinador general de Agricultura, Santiago Arguello Campos, confió en que el convenio brindará herramientas eficientes a todos los eslabones de la cadena productiva para mitigar los efectos del cambio climático y contar con una agricultura más resiliente y adaptada a este fenómeno global.
Recalcó que la Secretaría de Agricultura reafirma su compromiso para trabajar en conjunto con la intención de avanzar hacia la seguridad alimentaria, con soberanía y de manera armónica, con la protección de los recursos naturales, la integración de la biodiversidad y el desarrollo de los agricultores y de sus comunidades con responsabilidad social.
La directora general de Políticas, Prospección y Cambio Climático de Agricultura, Sol Ortiz García, recordó que en agosto de 2023 se realizó un taller de intercambio de conocimientos para afianzar esta sinergia y sentar las bases de colaboración, mediante este instrumento jurídico, pues las acciones en materia de sustentabilidad van de la mano con las iniciativas del Gobierno de México.
Como parte de estas, refirió las estrategias nacionales para la Conservación y Uso Sustentable de los Polinizadores (ENCUSP) y de Suelo para la Agricultura Sostenible (ENASAS), el Comité Sectorial de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura (CS-RGAA) y el Plan Estratégico de Cambio Climático del Sector Agroalimentario (PLECCA), entre otros.
Con este esfuerzo se impulsa la sustentabilidad, la productividad y la inclusión en el sector primario y se atienden los tratados internacionales establecidos con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Alianza Mundial por el Suelo y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, entre otras, apuntó.
El director del Cespedes, José Ramón Ardavín, recordó que esta iniciativa surgió en el marco del Congreso Interamericano de Agua, Suelo y Agrobiodiversidad (CIASA), organizados por la Secretaría de Agricultura y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), y abrió el diálogo para sumarse a los trabajos en la materia.
Recordó que entre las funciones del Centro de Estudios está el análisis de los procesos industriales agroalimentarios, estudios del impacto del cambio climático, seguimiento a las cadenas productivas y manejo sostenible del recurso agua y agrobiodiversidad, así como la producción de más con menos agua, uso de suelo y mejorar nutrición.
Por ello, añadió, el tema de seguridad alimentaria es sustancial, puesto que no se puede subsistir sin agua ni comida y, en ese escenario, el manejo responsable del líquido vital recae en el gobierno y en toda la cadena de valor.
Las empresas participantes (Grupo Alpura, BASF, Bayer, Bimbo, Modelo, Heineken, Lala, Pepsico, Syngenta y Walmart) trabajan para hacer frente a esta problemáticas e incluso las industrias cerveceras y refresqueras son de las más responsables del mundo, afirmó.
El director ejecutivo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Jorge Alberto Juraidini Rumilla, enfatizó la relevancia de la participación de los representantes de la agroindustria para formalizar el convenio.
Saludó el interés del Cespedes para responder a los desafíos del cambio climático y lograr la sustentabilidad en el sector agroalimentario.
Este trabajo constituye una colaboración sustancial en favor del campo, bajo una dinámica de diálogo permanente y proactivo, sobre todo cuando la producción agrícola enfrenta el reto de una severa sequía, que merma la producción de alimentos y afecta a los consumidores, a través de la inflación, comentó.