Ciudad de México, México.– La exposición “Riqueza lingüística en Nueva España. Una aproximación bibliográfica” resalta el papel de los protagonistas del proceso de aculturación luego de la conquista de México, el trabajo de quienes dejaron registro de la rica variedad de lenguaje en cuantiosos vocabularios, artes o gramáticas, así como en retóricas cristianas o manuales orientadores que apoyaron el intercambio de saberes.
La UNAM, a través de la Biblioteca Nacional de México (BNM), ofrece esta muestra en la cual se exhiben 60 libros resguardados en diversas colecciones de este recinto: el Fondo de Origen, la Colección de Manuscritos y la Colección especial de la Academia de San Carlos; el Archivo franciscano y el de Maximiliano, entre otros, ejemplares escritos en varias lenguas como hebreo, griego, latín, náhuatl, maya, otomí, purépecha, así como lenguas orientales que se conservan en el Fondo Reservado.
La directora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB), María Andrea Giovine Yáñez, destacó: “me congratulo que sea una exposición que hable sobre la riqueza lingüística, pero además que ponga sobre la mesa el enorme patrimonio que tenemos en esta BNM, que se ha caracterizado por difundir y usar el español como su lengua vehicular, prácticamente prioritaria, así que también celebro que se destaque la diversidad lingüística que tenemos en nuestros materiales y en nuestros acervos”.
La exposición está agrupada en cinco núcleos temáticos, que dividen los materiales en lenguas o tipología de libros. El primero es relativo al hebreo, que ha dejado huella al transmitir valores y costumbres que permearon a través de las fuentes judeocristianas en diversos ámbitos: religioso, académico y social.
En la sección de griego se pone de relieve la existencia de gramáticas para su aprendizaje; en el apartado sobre latín queda de manifiesto que esta lengua franca permeó por 20 siglos el mundo occidental y transmitió el pensamiento clásico a innumerables culturas del orbe.
Lenguas indígenas incluye temáticas diversas que advierten fenómenos específicos en la cultura escrita, como la empresa lingüística dirigida a captar y describir las características fonológicas, léxicas y estructurales de numerosos idiomas nativos que se cristalizaron en la elaboración de artes o gramáticas, así como de vocabularios o diccionarios.
Especial mención tiene el náhuatl, lengua franca en territorio mexicano. En este caso se exhibe, por ejemplo, la primera obra impresa de carácter lexicográfico en el nuevo mundo sobre cualquier lengua amerindia, titulada “Aquí comienza un vocabulario en la lengua castellana y mexicana de fray Alonso de Molina”, impresa por Juan Pablos en 1555, publicada 34 años después de que Hernán Cortés tomara lo que hoy es la Ciudad de México.
El último apartado, Lenguas del mundo, deja de manifiesto que desde la antigüedad griega y romana hasta los albores de la lingüística ilustrada en el siglo XVII persistió el interés por estudiar, comprender y crear diversos lenguajes.
Riqueza lingüística en Nueva España. Una aproximación bibliográfica fue planeada por la investigadora del IIB, Hilda Julieta Valdés García. Participaron como curadores responsables Marina Garone Gravier, de esa entidad académica; y Alberto Juárez Carbajal, de la Facultad de Filosofía y Letras, quienes colaboraron con destacados especialistas de otras entidades universitarias e instituciones.
La exposición permanecerá abierta al público hasta el 28 de julio, en la Sala de Exposiciones de la BNM, de lunes a viernes de 9:00 a 20:00 horas; sábados y domingos de 9:00 a 15:00 horas. Incluye conferencias y visitas guiadas. La programación se puede consultar en https://www.iib.unam.mx/index.php/instituto-de-investigaciones-bibliograficas/actividades