Registran 611 incendios forestales en 23 entidades del país en dos meses y medio del año

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Ciudad de México, México.—  En México se han registrado 611 incendios forestales en 23 entidades federativas, lo que afectó una superficie de más de 18 mil 500 hectáreas, aseguró La senadora priísta, Cecilia Margarita Sánchez García.

Por ello, dijo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales tendrá que rendir un informe sobre las acciones que la dependencia lleva a cabo para prevenir, reducir y controlar incendios forestales, atribuibles a actividades humanas en toda la República Mexicana.

En el punto de acuerdo, que fue turnado para su análisis a la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, la legisladora del PRI señaló que las altas temperaturas que se registran en la República son preocupantes, al igual que las sequías que afectan a presas, ríos, lagos y arroyos.

Además, el Servicio Meteorológico Nacional apuntó que el riesgo de incendios forestales, por las condiciones meteorológicas, es “muy alto” en Estado de México, Tlaxcala, Morelos y Ciudad de México; con un nivel “alto” en Coahuila, Durango, San Luis Potosí, Jalisco, Michoacán y Veracruz; mientras que, en el Norte, Noreste, Occidente, Centro y Sur del país el riesgo es “medio”.

Por otra parte, monitoreos detallaron que entre el 1 de enero y el 14 de marzo de este año, se registraron 611 incendios forestales en 23 entidades federativas de México, lo que afectó una superficie de más de 18 mil 500 hectáreas.

Al respecto, Sánchez García precisó que, a veces, los incendios se inician por alguna actividad relacionada con los seres humanos, como las fogatas que no se apagan correctamente, las quemas agropecuarias, que habitualmente se realizan entre enero y mayo, o las de basureros que no tienen un control o no son supervisadas de manera adecuada.

También pueden iniciarse por vidrios rotos que funcionan como lupas sobre el pasto o la hierba seca, lo que provoca que se enciendan e, incluso, pueden ser de origen natural, por la caída de un rayo en un árbol, la chispa generada por la caída de algunas rocas o por el material incandescente que se libera por alguna erupción volcánica.

“El fuego causado en forma natural, accidental o intencional consume los combustibles naturales como hojas y ramas secas situados en el nivel inferior de bosques y selvas; sin embargo, las llamas pueden quemar los troncos y las ramas secas de arbustos y árboles, convirtiéndose en un incendio de gran dimensión”, acotó la senadora.

Sánchez García pidió estar atentos a los incendios forestales, pues contribuyen al calentamiento global y, en las áreas donde se registran, se incrementa la erosión del suelo, disminuye la cobertura vegetal y quita la protección del impacto de las lluvias, lo que incrementa las inundaciones.

Advirtió que las emisiones a la atmósfera como dióxido de carbono, ozono o partículas muy pequeñas que se quedan suspendidas en el aire, pueden incrementar los problemas relacionados con enfermedades respiratorias o en ocasiones cardiovasculares.

Además, dijo, hay pérdida de biodiversidad y los incendios pueden calcinar pueblos, casas y vehículos, desapareciendo todo por donde pasan e, incluso, en algunos casos llegan a cobrar vidas humanas.