Ciudad de México, México.— El riesgo, tanto interno como externo, más mencionado por los intermediarios financieros es el de mayor inflación a la esperada, y el incremento en las correspondientes a algunos rubros de los riesgos de crédito, de mercado y de liquidez para los próximos seis meses, revela la Encuesta de Percepción de Riesgo Sistémico dada a conocer por el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero.
En su sesión de este martes, indicó que el sistema financiero mexicano en su conjunto continúa mostrando resiliencia y una posición sólida, en buena medida respaldado por una banca comercial cuyos niveles de capital y de liquidez exceden con holgura los mínimos regulatorios.
Atribuyó a la renovación de dos años más de la Línea de Crédito Flexible con el Fondo Monetario Internacional, por un monto de 35 mil millones de dólares, que las tasas de interés de valores gubernamentales han tenido un comportamiento a la baja a lo largo del último trimestre, disminuyendo en todos sus plazos, y de manera más pronunciada en la parte media y larga de la curva.
Refirió que la información disponible sugiere que la actividad económica mundial moderó su ritmo de crecimiento durante el cuarto trimestre del año. Si bien las perspectivas de crecimiento global por parte de analistas para 2023 han mejorado en los últimos meses, las correspondientes a 2024 se han revisado ligeramente a la baja. Aunque la inflación general continuó disminuyendo en la mayoría de las economías, esta se mantiene en niveles superiores a los objetivos de sus bancos centrales. En este contexto, las autoridades monetarias de las principales economías avanzadas mantuvieron sin cambio sus tasas de referencia.
En particular, la Reserva Federal ha mantenido la tasa de fondos federales en el rango objetivo anunciado en julio, correspondiente a un nivel de entre 5.25 y 5.50 por ciento, y se prevé que pueda comenzar a relajar su postura de política monetaria a partir del próximo año.
Los mercados financieros a nivel global han registrado un comportamiento en general estable, particularmente a partir de noviembre, si bien aún persiste un ambiente de volatilidad e incertidumbre. En este contexto, las condiciones financieras globales acumulan un relajamiento en los últimos meses.
En este entorno, persisten riesgos globales para la estabilidad financiera, destacando la posibilidad de que la política monetaria y, en general, las condiciones financieras a nivel global se mantengan restrictivas por un periodo mayor al previsto actualmente. Adicionalmente, la recuperación de la economía mundial podría verse retrasada por una desaceleración más pronunciada o prolongada que la anticipada, a pesar de la resiliencia que ha mostrado. En un entorno así, caracterizado además por un agudizamiento de las tensiones geopolíticas, la probabilidad de ajustes abruptos en los precios de algunos
activos financieros, que pudieran dar lugar a volatilidad en los mercados, podría haberse incrementado.
En caso de ocurrir, dicho repunte en la volatilidad podría amplificarse en un entorno de elevado apalancamiento en algunos sectores del sistema financiero, especialmente en economías avanzadas. Asimismo, cabe agregar que la posibilidad de eventos sistémicos que afecten al sistema financiero global, con implicaciones para los mercados nacionales, se mantiene latente.
En México, y en línea con lo observado a nivel global, los mercados financieros han mostrado un comportamiento en general favorable y, si bien se han registrado periodos con cierta volatilidad, esta se ha mantenido acotada y asociada, en lo fundamental, a eventos externos. El peso mexicano continuó mostrando fortaleza bajo condiciones de operación ordenadas y acumula una ligera apreciación desde la última sesión del Consejo, con lo que este año se coloca como la segunda divisa con mejor desempeño del bloque emergente.
Por su parte, las tasas de interés de valores gubernamentales han tenido un comportamiento a la baja a lo largo del último trimestre, disminuyendo en todos sus plazos, y de manera más pronunciada en la parte media y larga de la curva.
Lo anterior ha sido apoyado en buena medida por los sólidos fundamentos macroeconómicos del país en comparación con los de otras economías emergentes, contexto en el que recientemente se autorizó la renovación por dos años más de la Línea de Crédito Flexible con el Fondo Monetario Internacional, por un monto de alrededor de 35 mil millones de dólares.
La actividad económica nacional siguió expandiéndose y mantuvo un crecimiento robusto durante el tercer trimestre de 2023, y se anticipa que mantenga un comportamiento positivo en el cuarto. Hacia delante, persiste la expectativa de cierto debilitamiento, aunque de menor magnitud que el esperado hace unos meses pues, a pesar de que se mantiene la previsión de una desaceleración de la demanda externa, la expectativa de que el gasto interno continúe dándole soporte en el corto plazo se ha fortalecido. Por su parte, la calificación crediticia soberana mantiene el grado de inversión con una perspectiva estable, situación que fue ratificada hace unas semanas por una de las principales agencias calificadoras; mientras que la correspondiente a Pemex en días recientes la referida agencia actualizó su perspectiva a estable, aunque
mencionó que la Empresa Productiva del Estado continúa enfrentando retos
importantes en un horizonte de corto plazo.
El sistema financiero mexicano en su conjunto continúa mostrando resiliencia y una posición sólida, en buena medida respaldado por una banca comercial cuyos niveles de capital y de liquidez exceden con holgura los mínimos regulatorios.
En cuanto a los intermediarios financieros no bancarios, destaca que algunas entidades continúan enfrentando retos relacionados con condiciones financieras más restrictivas, en un contexto de mayor aversión al riesgo por parte de los inversionistas hacia este sector. No obstante, dicha situación no representa un riesgo de alcance potencialmente sistémico, dada la baja participación del sector dentro del sistema, así como su acotada interconexión con la banca del país y otros inversionistas institucionales. Si bien no se prevén afectaciones de significancia para la estabilidad del sistema financiero a consecuencia del huracán Otis, autoridades representadas en este Consejo instrumentaron diferentes medidas encaminadas a mitigarlas.
El Consejo analizó los resultados de la Encuesta de Percepción de Riesgo Sistémico. Estos indican que el riesgo, tanto interno como externo, más mencionado por los intermediarios financieros es el de mayor inflación a la esperada. En cuanto a las expectativas sobre los principales riesgos para los siguientes seis meses, destaca el incremento en las correspondientes a algunos rubros de los riesgos de crédito, de mercado y de liquidez.
Finalmente, el Consejo definió los contenidos para su décimo cuarto Informe Anual sobre el estado que guarda la Estabilidad del Sistema Financiero en México y sobre las actividades realizadas por el Consejo, a ser discutido y, en su caso, aprobado para posterior publicación en su siguiente sesión ordinaria.
El Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero está conformado por el Secretario de Hacienda y Crédito Público, quien lo preside, la Gobernadora del Banco de México, el Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, dos Subgobernadores del Banco Central, el Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el Presidente de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, el Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro y el Secretario Ejecutivo del Instituto para la Protección al Ahorro
Bancario