Ciudad de México, México.– El pescado y otros alimentos que provienen del mar juegan un papel importante para garantizar la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición de las poblaciones, principalmente de las más vulnerables, destacó la directora mundial de Nutrición y Salud Pública de World Fish, Shakuntala Haraksingh Thilsted.
Al dictar la conferencia magistral “Enfoques nutricionales con respecto a sistemas acuáticos de alimentación”, durante el Segundo Congreso Interamericano de Agua, Suelo y Agrobiodiversidad (CIASA), organizado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la especialista dijo que se trata de una oportunidad para atender la demanda de una población cada vez en aumento.
Explicó que los llamados “superalimentos acuáticos” –animales, plantas, microorganismos y vegetales– tienen gran impacto como fuentes ricas en micronutrientes y son esenciales para la salud humana y el desarrollo cognitivo.
La especialista, quien ganó el Premio Mundial de la Alimentación en 2021, resaltó que cifras de la Organización de las Naciones Unidas señalan que 828 millones de personas no pueden alimentarse dignamente a nivel mundial y esto podría agravarse porque el número de habitantes se incrementará.
Incluso, recordó que hoy no se alimenta correctamente uno de cada cinco infantes y, por tanto, carecen de la estatura y el peso correspondiente. Esta situación, además, contrasta con las tasas elevadas de obesidad.
Por ello, Haraksingh Thilsted insistió que el pescado y otros alimentos acuáticos se encuentran en una posición única para ayudar a generar sistemas alimentarios globales, resilientes y hacer frente a los períodos críticos por falta de alimentos.
La razón es porque ofrecen la posibilidad de transformar el actual sistema alimentario a formas o procesos más eficientes y sostenibles y –al incorporar las nuevas tecnologías– logran adaptarse a diferentes condiciones climáticas y tienen menor impacto en la emisión de gases de efecto invernadero, apuntó.
Ante especialistas de Brasil, Costa Rica, Chile, Honduras, Estados Unidos, Trinidad y Tobago, Bélgica, Dinamarca, España y México, la experta subrayó que los gobiernos deben incluir esta alternativa en sus agendas por esas bondades y porque también representan una fuente de ingresos económicos, de bienestar social, de emprendimiento a las mujeres y de arraigo para las juventudes.
Es por ello que las naciones deben voltear a mirar a los alimentos acuáticos y asegurarse que la diversidad se encuentre presente en todos los sistemas alimentarios, desde la producción hasta el consumo, comentó.
Haraksingh Thilsted enfatizó que los gobiernos deben enfocarse en las personas y no sólo en la cantidad de alimentos, como en años anteriores se ha hecho, y esta nueva política permitirá contar con soluciones y adecuarlas con base en la ubicación geográfica, las culturas y los hábitos.
La diversidad de personas dará la pauta para tener amplias posibilidades de garantizar la funcionalidad de los sistemas alimentarios y atender adecuadamente a las personas, sobre todo a las más vulnerables, insistió.
Añadió que esa es la principal estrategia para utilizar los recursos acuáticos del planeta de manera más eficiente y dar cumplimiento a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular al número dos para eliminar hambre y desnutrición y que busca lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible, hacia el 2030.