Análisis a Fondo
- Los comunicadores tendrán que aprender el lenguaje de carretonera
- Xóchitl deberá utilizar su lenguaje machista, de huevos, por ejemplo
Por Francisco Gómez Maza
Qué equipazo le dieron a Xóchitl Gálvez para construir una candidatura de súper lujo. Miren nada más los nombres: Margarita Zavala, Kenia López Rabadán, Javier Lozano Alarcón, Josefina Vázquez Mota, un equipo de súper lujo que el PAN decidió entregar a la señora X para que le haga una campaña política de súper lujo y logre sentarse en la Silla presidencial en diciembre de 2024, luego de ganar las elecciones.
Fichitas, realmente, son los y las integrantes del grupo: Mire quiénes son y cuáles son sus mérito:
En realidad, el mérito de Margarita Zavala es ser esposa de un delincuente como Felipe Calderón Hinojosa, creador del “Súper Policía” llamado Genaro García Luna y que va a terminar con sus huesos en cualquier prisión del sistema penitenciario estadounidense, pero de esas destinadas para alojar a los grandes capos del narcotráfico.
La señora Zavala en realidad jamás ha ganado una elección y ha sido legisladora en múltiples ocasiones, todas por representación proporcional y todavía se da el lujo de escribir la frase: “Gracias a los ciudadanos por darme su confianza”. Qué horror. Qué le puede enseñar Zavala de Calderón a Xóchitl que ésta no haya aprendido en el chanchullo.
Nadie dice nada acerca del papel que jugará la ex primera dama en el equipo de la candidata hasta ahora presidencial, a no ser que le enseñe a hacer chanchullos en los que la señora Xóchitl es verdadera experta.
Y otro tanto diría de Chepinita. Otra perdedora y de uñas bien afiladas por la mejor experta en uñas, que aprendió a manejar el uñero para acumular billetes so pretexto de ayudar a los niños pobres. Otra fichita es Lozano Alarcón, un malabarista que brinca con mono araña de las ramas del PAN al PRI y viceversa. Éste es especialista en incomunicación social. Trabajó con Fox mandando boletines de prensa a los periódicos mexicanos con su respectivo chayo. Podría ser buen incomunicador de Xóchitl para que los grandes de la comunicación y del periodismo saraguato impulsen la candidatura de la hidalguense y, de paso, incrementen sus emolumentos y privilegios. Ya hasta da pena enlistarlos porque ya todo el mundo los conoce y sabe de qué pata cojean. Sólo decir que los vuelve locos el chayote y que a la señora X le cobran a destajo y con reloj en mano. Ella no lo ve mal porque sus jefes del PAN le han enseñado que si quiere azul celeste que le cueste.
Pues así están las cosas. El equipazo de fichitas chayoteras fue aprobado para el servicio de Xóchitl por el Señor X, a quien tampoco le molestan los aromas del papel moneda. Bien sabe que su jefe los gana para compartirlos con él y luche denodadamente e infructuosamente en contra del presidente López Obrador y en cuanto éste se vaya a su finca en Palenque, cuyo nombre mata de risa a cualquiera: La Chingada.
Entre tanto la Xóchitl tiene que tomar clases de urbanidad para que abandone el lenguaje de placera, de carretonero que aprendió con maestros de la OEA.