Análisis a Fondo
Dice la trostkista que le interesan los indios y los pobres
Pero lo que menos le importan a la derecha son los pobres
Por Francisco Gómez Maza
Xóchitl Gálvez dice que le interesan los pobres, los indios, su pobreza, que tiene el apoyo de muchos ciudadanos y asegura que está a favor de sacar de la pobreza a la gente, pero la pregunta es, y a los dirigentes del PRIAN. a los empresarios, al Señor X, ¿les interesan los pobres, sacarlos de la pobreza? Es una pregunta que tendría que hacerse a sí misma. Porque si no les interesan, no veo qué está haciendo esta senadora con quienes no tienen sus aspiraciones.
Pero esta senadora no suena sincera, no suena objetiva, y como senadora no se ve seria, no se percibe responsable; es ligera, se ve falsa; dice la gente del servicio que no tiene nada, que sólo se dedica al relajo, a mentar madres, a burlarse de los senadores de Morena y siempre denostando al presidente Andrés Manuel López Obrador. La hidalguense presume tener un pensamiento progresista, “troskista”; se dice defensora de despenalizar la marihuana. Bueno. Piensa totalmente contraria a lo que piensan los panistas.
El pensamiento de Xóchitl, ella lo asegura, es progresista. Confiesa que AMLO quiso llevarla a Morena. Claudia (Sheinbaum) la invitó. No sólo tiene un pensamiento distinto, sino que va a los hechos. Dice que es una mujer que no hubiera permitido una destrucción del Tren Maya. Es una mujer que defiende sus pensamientos.
Y la pregunta para ella es: si usted es progresista, de izquierda, qué hace usted en un partido de derecha, que no acepta. O por qué no protestó por la política absolutamente derechista de Vicente Fox, de quien fue colaboradora. Por qué no protestó por las concesiones a las mineras. Porque, si es de izquierda, troskista, aceptó ser colaboradora de un derechista como Fox.
Ella presume de ser de izquierda, de ser defensora de los pueblos indígenas, pero… no se ha visto que haga algo concreto por los indios. En el Senado no pasa de ser de los senadores del montón, y goza cuando se trata de hacer reír a senadores y periodistas con la botarga de un dinosaurio u otro disfraz. Divertir es su mayor tarea. En la tribuna nunca ha destacado más que para votar a favor de las iniciativas de la derecha o en contra de las que presenta la mayoría lopezobradorista.
Y, siendo de izquierda, no se entiende lo que está haciendo en el PAN, por qué es panista y siempre cuestionando permanentemente a López Obrador. Si es de izquierda, como lo asegura, tendría que ser militante de la Izquierda. Estar en Morena. Ella no quiere ser candidata del odio. Pero el odio es lo que mueve a la derecha, a los panistas, a los priistas, a los perredistas y a los empresarios de la derecha, cuyo representante es Claudio X, quien odia con todo su corazón a los mexicanos de la izquierda y principalmente al “señor López”, como ellos le llaman, con desprecio, al Presidente de la República.
La verdad es que Xóchitl es de derecha, es conservadora y, además, es pragmática. Su lugar está en el PAN, el partido de los empresarios ultraconservadores, de los católicos preconciliares, de los derechistas hijos de padres progresistas de izquierda. Los hay en el Senado.
Así que a Xóchitl no le queda presumir que es trostkista. Me temo que no sabe que el trostkismo es una doctrina política basada en el pensamiento de Trotski (político soviético revolucionario, 1879-1940) que se caracterizó por un marxismo marcado por la defensa de la teoría de la revolución permanente y representa la heterodoxia de la política soviética.
Y que conste. Ella aclara su situación con el PAN. Asegura que irá con el PAN si hay reglas claras. No es taruga, advierte.
Mientras tanto, los simpatizantes del antilopezobradorismo están entusiasmados con la cruzada conservadora que busca poner a Xóchitl en vez de un político morenista que busque la continuación la continuación de la Cuarta Transformación.