Ciudad de México, México.– Mientras los trabajadores de la Confederación Nacional Campesina atraviesan una cuesta de inicio de año muy difícil, con carencias y hambre, esto no le ha importado en lo más mínimo a la actual dirigente de esta organización, Leticia Barrera Maldonado quién se jineteo el dinero que le otorgaron a la CNC Nacional en el Estado de Hidalgo para sueldos y liquidaciones de los trabajadores, señaló José Luis Almendra, trabajador con más de 25 años de antigüedad.
Mencionó que esos recursos económicos se han disipado en los bolsillos de Barrera Maldonado, quien pretende hacer lo mismo con los recursos que se destinarán para la campaña electoral para gobernador en el Estado de México y Coahuila. El dinero, dicen, pretende emplearlo en beneficio de sus hijos Julio César Miranda Barrera y Ana Damaris Miranda Barrera, quien actualmente es directora de Ecología y Medio Ambiente en el gobierno municipal de Villa del Carbón, Edomex, de donde son originarios.
Por otra parte, los trabajadores de la CNC manifiestan que están cansados de los engaños de la marioneta del exdirigente Hernández Deras y de Alejandro Moreno Cárdenas, Presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Leticia Barrera, quien no es una digna representante de los campesinos, ya que no terminó ni la primaria y no está comprometida con la Confederación Nacional Campesina, con el campo, y mucho menos con los trabajadores de dicha organización.
Evidencian que la líder de los campesinos, mantiene convertido en un cementerio a la CNC, y ésta sólo opera para obtener recursos para sus fines políticos, pero cuando acuden los trabajadores que han laborado en esta organización por más de 30 años a intentar cobrar su liquidación, y sueldos caídos por más de dos años, ella los desconoce, argumentando que muchos de los trabajadores no han trabajado jamás en la central campesina, pese a que sus compañeros de oficina o de la misma institución, reconocen que ellos son trabajadores de esta organización y que además cuentan con contratos y documentos que dicha central les expidió cuando entraron a laborar.
Algunos otros, manifiestan que aún no hay acuerdos con la Confederación para sus liquidaciones y otros con más de 25 años de servicio, han muerto en el intento de negociación y esto ha implicado que ni siquiera sus familiares tengan recursos económicos para un sepelio decoroso y otros más no cuentan con seguridad social, ya que las cuotas al IMSS, no se han pagado desde hace años, pese a que en sus recibos de nómina continuaban descontándoles estas cuotas.
Los familiares de los finados, han manifestado que se han acercado para cobrar los finiquitos que por ley les corresponde, con la contadora Alma Verónica Ortiz Gallardo, quien sigue manejando las finanzas de la central campesina, pero ella se niega a recibirlos y a los que corren con suerte de ser recibidos, sólo les promete que les dará algo y ese día nunca llega.
Asimismo, dijeron que quien mece la cuna de la dirigente es Ordorico Vásquez Bernal, el actual Coordinador de la oficina de la presidencia impuesto por el exlíder Ismael Hernández Deras quién sigue manejando la CNC a su antojo y propio beneficio, ya que Vásquez Bernal decide a quien puede recibir la presidenta cencesista.
Por otra parte, el pasado 8 de febrero se reunieron en lo oscurito y a puerta cerrada en las instalaciones de la Casa del Agrarista, algunos miembros del Comité Ejecutivo Nacional de la CNC, con el ex líder de la Central campesina, Ismael Hernández Deras y Leticia Barrera Maldonado para acordar el destino de los recursos económicos que le darán a la CNC para las campañas Electorales para elegir a los gobernadores del Estado de México y del Estado de Coahuila, que se celebrarán este año.
Estos recursos pretenden manejarlos para sus propios intereses para que en las campañas de 2024, se les otorguen puestos políticos a los hijos de la líder de la CNC, como en su momento lo hizo Hernández Deras, con su hija Gabriela Hernández a quién le compró la diputación local en el Estado de Durango en 2018, con recursos que le otorgó el Partido Revolucionario Institucional a la Organización Campesina, para apoyar a los candidatos cenecistas para diputados federales y locales, quienes sólo recibieron 3 plumas, 3 banderines y 3 sombreros para hacer proselitismo.