Resistencia antimicrobiana provoca menos de 700 mil muertes al año en el mundo

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Ciudad de México, México.– Más de la mitad de los antibióticos se recetan, distribuyen y venden de manera inadecuada en el mundo; se calcula que en 80 por ciento de los países se comercializan sin receta, afirmó el titular del Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS) de la UNAM, Samuel Ponce de León Rosales.

En conferencia de prensa a distancia, explicó: “los antibióticos son moléculas que tenemos menos de 100 años de utilizar cotidianamente, pero han modificado de manera fundamental el panorama de la salud de nuestra especie, los seres humanos, pero también de manera muy importante a los animales y a la agroindustria”.

Su introducción, detalló, permitió vivir más tiempo y mejor, tener menos riesgo de infecciones, ser más productivos y contar con satisfactores más rápidamente. “Sin embargo, su uso ha venido ocasionando resistencia. Es un producto no renovable: mientras más lo usemos, más riesgo de disminución de su efectividad ocurre”.

En este contexto, Ana María Ocaña, profesora y gerente de asuntos médicos en la empresa británica Reckitt, añadió que el mal uso y abuso de los antibióticos en el mundo genera una nueva pandemia de grandes alcances. En los últimos años, la resistencia antimicrobiana (RAM) es una problemática que provoca, al menos, 700 mil muertes y, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2050 la cifra se incrementará en 10 millones.

Con base en un estudio publicado recientemente, en 2019 de un millón a 27 millones de muertes en el mundo fueron directamente atribuibles a la resistencia antimicrobiana, causando más fallecimientos que el VIH/SIDA y la malaria. En tanto, en América Latina y el Caribe se estima que al menos 338 mil personas fallecieron por esa razón, aunque con un potencial de ser mayor.

Durante la conferencia “Contra la resistencia microbiana: Frenar la pandemia del mañana”, Spencer Mahony, Comisionado para América Latina y el Caribe del Reino Unido (país que colabora con México en esta iniciativa), agradeció a la Universidad Nacional, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), la Cámara de Comercio Británica y al equipo de Salud dentro de la sección comercial de la Embajada Británica, el apoyo al Plan Universitario de Control de la Resistencia Antimicrobiana (PUCRA) que busca la sensibilización en la materia.

“Creo que es muy importante la generación de materiales que permiten llevar la investigación a la acción, enfocada en el uso racional de los antibióticos”, señaló.

Al hacer uso de la palabra, Mauricio Rodríguez Álvarez, profesor de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional, insistió en que se ha documentado sobre el uso inadecuado de los antimicrobianos dentro de la medicina humana, veterinaria y agroindustria. “A mayor exposición a los antibióticos, hay una mayor probabilidad de que se desarrolle resistencia a este tipo de medicamentos”.

Desde antes de la pandemia, la resistencia antimicrobiana ocupaba un lugar notable en la agenda de la salud, y en la agroindustria mundial se advertía una situación potencialmente grave, donde habrá mortalidad asociada, impactos en la producción de alimentos y gastos excesivos de atención, y aumentarán los costos de atención en la salud, estimó.

En su oportunidad, María Guadalupe Miranda Novales, también profesora de la FM y coordinadora de actividades de la RED PUCRA, destacó que para el control de este problema, uno de los aspectos fundamentales es la vigilancia de la resistencia, a fin de que las estrategias sean lo más efectivas posibles.

Comentó que cuando se creó el PUCRA se invitó a hospitales y laboratorios a colaborar para establecer un panorama de la resistencia a nivel nacional. “A esta fecha estaríamos teniendo alrededor de 34 participantes, que nos permiten, año con año, saber cómo vamos”.

Al retomar su participación, Ocaña agregó que los nuevos hallazgos dejan claro que la resistencia a los antimicrobianos avanza más rápido que las estimaciones anteriores del peor de los escenarios.

Este tema de interés global va más allá del control de la venta de antibióticos, si no con el aumento de la demanda de antimicrobianos, como los destinados al tratamiento de infecciones fúngicas raras que se han hecho más comunes como consecuencia de la pandemia. Algunos países han tenido dificultades para acceder a ellos, debido a la escasez o a las exigencias regulatorias para la incorporación de nuevos.

Y aunque el Fondo Estratégico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) facilita la compra de medicamentos esenciales en los países de la región para que tengan acceso a medicamentos de alta calidad y eficacia, los costos cada vez aumentan, a medida que la disponibilidad de medicamentos antimicrobianos baja.

Además de la apertura de espacios de discusión para abordar este tema, la UNAM, a través del PUCRA y el PUIS, organiza la “Carrera contra los Antimicrobianos”, que se llevará a cabo el domingo 6 de noviembre en Ciudad Universitaria, con el propósito de concientizar a la población sobre la relevancia de tomar acción ante la que se perfila para ser la próxima pandemia.