Por Javier Ramírez
Ciudad de México, México.— A partir de hoy 3 de octubre inician los trabajos del Centro de Conciliación Laboral de la Ciudad de México que se convertirá con las reformas laborales últimas, en los hechos, en hacer “manita de puerco” en contra de los trabajadores despedidos, pues ofrecerán como instancia conciliadora por conflicto laboral entre empleados y patrones, 50 por ciento de sus prestaciones adquiridas, cuya etapa durará, de manera obligada, hasta mes y medio, con lo que irá en contra de los intereses de los obreros que viven día a día y de que inicien formalmente su juicio laboral ante los juzgados laborales locales, revelan fuente de Vorágine.
Ante la queja de falta de presupuesto y personal capacitado en ese Centro y en la JLCA CDMX, los 20 juzgados laborales locales, que también inician trabajos este lunes, durante ese mes y medio, no tendrán nada qué hacer, pues, un requisito para los trabajadores, es cumplir con esa etapa de conciliación, de lo contrario, no se podrá iniciar el pleito laboral.
La reforma laboral última, tiene como propósito fundamental dar todas las ventajas a los empresarios con el propósito de atraer la inversión extranjera en la capital y en todo el país, señalan fuentes de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) capitalina en vías de extinción y en donde se han despedido a 50 trabajadores sin justificación y violando sus derechos.
El Centro de Conciliación Laboral de la Ciudad de México, a cargo de Eleazar Rubio Aldarán, quien también es titular de la JLCA CDMX, se instaló, a marchas forzadas, en el mismo edificio de la Junta local, en los casi diez días que duró su cierre, tomando como pretexto el sismo del 19 de septiembre pasado para supuestamente revisar la estructura del edificio. Al funcionario se le buscó para hablar del tema, pero nunca dio respuesta.
La realidad fue otra. En el mismo edificio de la JLCA de la CDMX estarán, de un lado el Centro de Conciliación y de la otra, por el lado de avenida de Río de la Loza, la Juntas locales, todos amontonados, y con más de 135 mil expedientes pendientes.
Los trabajadores de la JLCA aseguran que Rubio Aldarán se queja de que no hay presupuesto para mantener la planta laboral de esa instancia y por eso los despidos injustificados en contra de 50 trabajadores. Sin embargo, insisten, ya contrato a personal sin capacitar para el Centro de Conciliación Laboral de la CDMX y que son sus recomendados e incondicionales para operar a su favor ahora que intente ser alcalde en Gustavo A. Madero.
En el Centro de Conciliación Laboral de la CDMX, los trabajadores tendrán todas las desventajas, pues no podrán ser asesorados en esa instancia, y se equivocan en presentar pruebas ira en su contra en el juicio formal, mientras, los patrones tendrán 45 días en responder ante la primera etapa conciliatoria. Todo con tal de atraer la inversión a la capital y al país en contra de los intereses de los trabajadores.
