TRAS LA PUERTA DEL PODER
De nada valió la elocuencia y el poder argumentativo de Ricardo Monreal, ni la actuación agresiva, ofensiva de Félix Salgado Macedonio para conmover a la oposición senatorial y sacar adelante la reforma al artículo quinto constitucional de la Guardia Nacional a fin de extender la presencia del Ejército y la Marina en el combate a la delincuencia en México.
Y, ante el fracaso, Monreal y sus cercanos en el Senado, decidieron regresar la minuta a comisiones y así evitar someterla a una votación que la llevaría directamente al bote de la basura.
El zacatecano acudió a todas las propuestas –aplazar la votación, negociar el alcance de la propuestas, modificar la redacción-, sólo para enfrentarse una y otra vez a la negativa de los opositores.
Gustavo Madero, del Grupo Plural, le respondió a Monreal que la oposición no iba a caer en el engaño de una renegociación conjunta de la iniciativa ante la duda de que todo el aplazamiento de su debate y votación parecía más a una argucia para que los lopezobradoristas pudieran “comprar” y negociar más votos.
Monreal afirmó que él no haría tal cosa, que nunca ofrecería ni dinero ni posiciones a senadores de la oposición para alcanzar su voto.
“Los coordinadores lo saben, nunca he propuesto cosas indebidas ni he presionado ni amenazado ni intercambiado favores para que voten a favor de una decisión legislativa; al contrario, siempre hemos construido juntos, quizá eso ha sido el éxito de todos, de que no hay imposición y nadie nos amenaza ni tiene ninguna posibilidad de éxito con nosotros”, indicó.
No le creyeron y al final la presidencia del poblano Alejandro Armenta y luego de un larguísimo debate, decidió poner a votación si se regresaba o no la iniciativa a Comisiones.
Con su mayoría y aliados Morena decidió regresar la minuta aprobada por los Diputados, a comisiones a fin de mantenerla en análisis.
Monreal intervino en dos ocasiones desde tribuna en busca de lograr el voto de los opositores.
“La discusión de este proyecto de dictamen que, como órgano reformador estamos iniciando, es verdaderamente vital para la vida pública del país”, afirmó.
Y agregó:
“El Poder Legislativo, es decir, el Senado de la República, se ha erigido con el tiempo en un órgano autónomo.
“No creo en las presiones, las amenazas, y tampoco creo en las conjeturas fáciles de conspiraciones y de presiones indebidas.
“Estamos poniendo un límite, un plazo para que el Ejército, los soldados y los marinos, retornen a sus cuarteles y dejen de prestar el servicio de seguridad pública en el país”, explicó.
Sin embargo, luego de una dos horas de debate, reconoció que el esfuerzo realizado en busca de extender el Ejército en contra del crimen en México, para contener la inseguridad pública en el país, no ha sido suficiente.
“Estoy consciente que falta por reforzar en policías locales y municipales, no sólo recursos y presupuestos; sino capacitación, adiestramiento y armas”.
Consideró entonces que tarde o temprano, se tendrá que discutir y aprobar si lo correcto es que en 18 meses los soldados y los marinos retornen a los cuarteles y dejen a los pueblos solos sin seguridad.
“Creemos que la ampliación del plazo que en el quinto transitorio se está planteando, de extender la presencia de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública es imprescindible.
“Creemos que el año seis meses que resta para cumplir el plazo que les otorgamos en el 19 a las fuerzas armadas, no será suficiente para poder generar condiciones propicias para enfrentar la inseguridad pública.
“Yo ahora defiendo la constitucionalidad de este evento, y defiendo al Ejército y a las fuerzas armadas para que se mantengan en el campo porque no hay forma de sustituirlas. Esa es la terca realidad”, subrayó.
Luego de escuchar que varios senadores de la oposición, entre ellos Claudia Ruiz Massieu del PRI, habían pedido posponer el debate y votación de esta iniciativa constitucional, Monreal dijo:
“Estoy dispuesto, como líder de la mayoría, o como coordinador de mi grupo, de que abramos la discusión no sólo a modificar el 5º, a retomar el 6º y lo que sea conveniente para fijar controles parlamentarios para la seguridad pública del país.
“Rechazo en lo personal, rechazo cualquier injerencia del exterior. Incluso yo no me he movido de la oficina del Senado. Cuando vienen los funcionarios, vienen aquí”
E insistió en que él Eestaría “dispuesto a revisar el Quinto Transitorio, y si tenemos que modificarlo, se hará. Estoy dispuesto a no aceptar el que no se modifique una sola coma o un solo punto. Estoy dispuesto a corregir y que juntos podamos construir una base de control parlamentario de los instrumentos que tenemos en materia de seguridad pública.
Nada logró Monreal. Los opositores lo escucharon e insistieron en poner a votación el dictamen para rechazarlo.
Fue entonces que, en medio de una fuerte protesta de los senadores del PAN, PRI, PR, Grupo Plural y MC el zacatecano decidió regresar la iniciativa a comisiones, para negociarla, redactarla posteriormente y para que en otro tiempo pueda volver a presentarse ante el pleno para su aprobación o rechazo.
En conclusión: no pasó, pero se mantiene “viva”.