Mercado de Smartphones en México en Reconfiguración

0
Anuncio

Inteligencia Competitiva

Por Ernesto Piedras

La tenencia de o smartphones en México registra niveles de masificación, al representar 94.6% del total de las 134.2 millones líneas móviles a la primera mitad de 2022.
Así, estos dispositivos inteligentes se han convertido en un eslabón democratizador fundamental para la conectividad en nuestro país.La oferta tecnológica sigue enriqueciendo su diversidad para la cada vez más selectiva demanda en este mercado, uno de los más competidos en toda la industria de las TICs. Esta circunstancia es manifiesta en los marcados esfuerzos de innovación, publicidad e inteligencia de mercados para obtener y crecer su participación del pastel en México.
Preludio de la Reconfiguración. En el último trienio, se identifica una notoria fase de reconfiguración en las decisiones de compra de los usuarios, como consecuencia del veto emitido por el entonces presidente de EUA, Donald Trump, hacia fabricantes de origen chino, principalmente Huawei. En 2019, ostentaba el tercer lugar del parque total de equipos en manos de mexicanos y se perfilaba romper la barrera de los veinte puntos porcentuales en participación de mercado.
Aunado a ello, el anuncio de LG del del cierre de su división de dispositivos móviles, que contaba con quince puntos porcentuales, conjuntamente con la salida de Huawei, dejó más de un tercio del mercado competible por otros fabricantes.
Esta reconstitución del ecosistema de mercado se intensificó con la incursión de marcas novedosas para nuestro país, si bien varias de ellas ya con una marcada huella en otras regiones del mundo, como vivo, Xiaomi, OPPO, HONOR, OnePlus, realme, entre otras, compitiendo por el segmento que Huawei y LG dejarían vacante, en adición a la pérdida de mercado que viene registrando Samsung.
Ganadores y Perdedores. Samsung ostenta desde hace 7 años el primer lugar del mercado total de smartphones en México, con una participación de mercado de 31.6% al segundo trimestre de 2022.
Sin embargo, en un país predominantemente de gama media (66.9%), han lanzado dispositivos que técnicamente el usuario percibe inferiores en capacidades a los que ofrecen sus competidores y con precios que llegan a ser hasta 20% más altos.
Adicionalmente, su marcado enfoque en el desarrollo de equipos ‘premium’ y flexibles no ha despuntado en el mercado mexicano, ya que tan sólo 0.7% de los usuarios destinan más de $20,00 pesos en la obtención de su smartphone. Ese enfoque que se distancia del entendimiento de las preferencias y hábitos de compra del usuario mexicano le ha venido haciendo perder participación de mercado, a la fecha ya de 4 puntos porcentuales (pp).
En franco contraste, la tecnología, asequibilidad y diseño de Motorola le ha resultado en una ganancia de 8.7 pp en el mismo periodo, para alcanzar un nivel de 22.9% de participación.

Ya desde el inicio del 2021, Motorola se ostenta en el primer lugar en equipos vendidos. Tan sólo en el trimestre más reciente, desplazó 28% del total de los 8.2 millones de smartphones vendidos.

En segundo lugar, por sus ganancias en participación se ubica Xiaomi. Si bien sus equipos insignia no se encuentran en territorio nacional, ha logrado crecer 6.5 pp, para alcanzar una cuota de mercado de 7.1% al 2T-2022.
Todo ello, evidencia un dinamismo francamente competitivo en el mercado mexicano que ha propiciado una reconfiguración entre fabricantes de smartphones en el que tan sólo en los últimos 3 años, cuatro fabricantes (Motorola, Xiaomi, Apple y OPPO) han escalado su participación en 18.3 puntos porcentuales en su conjunto. Estos jugadores se perfilen como los beneficiarios de la porción del mercado que dejaron vacante Huawei y LG.
La próxima semana finalizarán los lanzamientos de este año de los fabricantes que comercializan equipos en México. Aquellos que logren desplazar una mayor cantidad de equipos, en el último trimestre del año, mismo en el que se realizan el mayor volumen de ventas, serán los que tengan un pleno entendimiento de que la reconfiguración del mercado es atribuible a un cambio de hábitos de compra y preferencias de los usuarios en México.