Estanflación… Aberración

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Análisis a Fondo

Alta inflación, caída del Producto y desempleo abierto

GN será fortalecida ante la violencia­: Ricardo Monreal

Por Francisco Gómez Maza

Es una aberración afirmar que la economía mexicana entró ya en el proceso de estanflación, aunque algunos pronostiquen que llegará a ella dentro de cuatro meses.

La palabra la emplean algunos comentócratas sólo para satisfacer sus fobias sin profundizar en la información del comportamiento de la economía, del comportamiento del empleo y del del aumento alto y sostenido de los precios de bienes y servicios producidos por el aparato económico.

La afirmación más frecuente es asegurar que “México cayó en estanflación”. Mentira neta.

Pero ¿qué es la estanflación? ¿Se dan ya los hechos para afirmar que la economía nacional está ya en estanflación?

Para empezar, la estanflación es una situación de estancamiento económico -la economía no produce- con aumento del desempleo y de la inflación.

Del inglés stagflation, palabra compuesta a partir de stagnation, estancamiento, e inflation, inflación, la estanflación indica el momento, o coyuntura económica en que, dentro de una situación inflacionaria, se produce un estancamiento de la economía y el ritmo de la inflación no cede.

La estanflación implica la aceleración de la inflación en coexistencia con tasas de desempleo elevadas. El termino fue acuñado en 1965 por el ministro de Finanzas británico, Ian McLeod, como fusión de los vocablos estancamiento e inflación. 

Formalmente, se determina que existe una recesión cuando el Producto Interno Bruto (PIB) decrece durante dos trimestres consecutivos. Cuando la recesión llega acompañada de alta inflación, el proceso recibe el nombre de estanflación, uno de los peores escenarios de cualquier economía.

Y ciertamente la economía mexicana no está en esa situación.

Claro que quién no quisiera que la economía creciera como lo hizo en la época del desarrollo estabilizador, en un promedio anual de un 6%. Sería fabuloso, nada más que en aquella época, particularmente la década de los 60, la inflación no le hacía tanto daño. Duro, pero los pobres ahí estaban, viendo como crecía la producción y cómo comían opíparamente los mexicanos de la clase dominante. Creció la economía, pero los frutos se quedaron en muy pocas manos y el desempleo y la pobreza florecieron como hongos malignos en un campo florido.

Y quien desmiente la conseja es la propia Junta de Gobierno del Banco de México, en su comunicado de prensa del 11 de agosto, con el que anunció la nueva tasa interbancaria, que fue incrementada en tres cuartos de puntos base, en un intento por contener el crecimiento de la inflación, que creció a un nivel de 8.15% en el mes de julio pasado.

Pero la economía en general ha seguido un proceso de difícil recuperación y no se ha estancado, como lo afirman los agoreros del desastre.

En los mercados financieros nacionales, el tipo de cambio de la moneda nacional mantuvo un comportamiento estable, mientras que las tasas de interés de corto plazo aumentaron y las de mayor plazo disminuyeron.

En el segundo trimestre de 2022, la actividad económica avanzó a un ritmo similar al del trimestre anterior, continuando con una recuperación gradual, al tiempo que las condiciones de holgura se redujeron. No hay que olvidar que la economía de los Estados Unidos está sufriendo gracias al intervencionismo bélico del Pentágono en los asuntos de Rusia y China.

La Junta de Gobierno del Banco de México ha explicado que las presiones inflacionarias acumuladas, derivadas de la pandemia y del conflicto bélico, continúan afectando a las inflaciones general y subyacente, que en julio registraron tasas anuales de 8.15% (como apuntamos más arriba) y 7.65% respectivamente, manteniéndose en niveles no observados en dos décadas.

Las expectativas correspondientes para 2022 volvieron a incrementarse, al tiempo que las de 2023 y de mediano plazo aumentaron en menor medida. Las de largo plazo para la inflación general se mantuvieron estables, aunque en niveles superiores a la meta, mientras que las de la inflación subyacente tuvieron un incremento en el margen.

Y para que la economía estuviera en estanflación, el desempleo tendría que estar afectando muy seriamente a buena parte de la población económicamente activa (PEA).

Pero no es así.

De la PEA, o sea 57.4 millones de personas (96.7 %) estuvieron ocupadas, durante junio pasado, 2.3 millones más que en junio de un año antes.

A su interior, de la PEA, las personas subocupadas; es decir, las que declararon tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas, fueron 5.1 millones (8.9 % de la población ocupada), una reducción de 1.7 millones de personas con relación a junio de 2021.

La población desocupada fue de dos millones de personas y la Tasa de Desocupación (TD) de 3.3 % de la PEA. Respecto a junio de 2021, la población desocupada descendió en 319 mil personas y la TD fue menor en 0.7 puntos porcentuales.

En junio de 2022, a tasa mensual y con cifras desestacionalizadas, la Tasa de Desocupación no varió, al ubicarse en 3.3 por ciento. La Tasa de Subocupación aumentó 0.3 puntos, al situarse en 8.7 % en el mismo periodo.

No se dan, pues, las condiciones para una estanflación.

En otro orden de asuntos, el coordinador parlamentario de la bancada de Morena en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, dijo el viernes que los hechos de violencia registrados en Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California son muestra de la necesidad de fortalecer a la Guardia Nacional, institución capaz de hacer frente a las prácticas cada vez más radicales de los grupos del crimen organizado, cuyo interés es atemorizar a la población… En un artículo editorial que compartió en redes sociales, el también presidente de la Junta de Coordinación Política de la cámara alta afirmó que la pacificación es un tema pendiente, que necesita de una solución de largo plazo, y que ha puesto en el centro del debate cuál deberá ser el futuro de la Guardia Nacional… El senador sostuvo que, desde el 2018, las Fuerzas Armadas han actuado bajo los principios constitucionales, en apego a la facultad que el Congreso de la Unión les otorgó, al realizar acciones de seguridad pública… Pero en caso de que se pretendiera modificar la naturaleza jurídica de esta institución, del carácter civil al carácter militar, “sin duda se requeriría de una reforma a la Carta Magna, pues en la jerarquía de leyes prevalece ésta por encima de cualquier otro ordenamiento jurídico ordinario o reglamentario”… Ante el anuncio de que se presentará una iniciativa para reformar la Constitución en esta materia, Monreal dijo: “Estaremos pendientes de su presentación en alguna de las dos cámaras legislativas del Congreso de la Unión, para ofrecer un debate amplio, reflexivo y respetuoso, a fin de lograr lo mejor para nuestra nación”… Además, enfatizó que las y los legisladores seguirán aportando todo lo que sea indispensable para alcanzar la pacificación de México, lo que con unidad se concretará.