Por Javier Ramírez
Ciudad de México, México.—Los ucranianos se apoderaron de las Utopías de la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, pues la alberca de olas y los espacios de los talleres en la deportiva Francisco I Madero son de su uso exclusivo con la venia de la misma Brugada quien da las órdenes en esa jurisdicción. Hoy, como otras veces, hubo discriminación a iztapalapenses y muchos se quedaron como el chinito: “nomás milando”. Por cierto se le ha buscado, a través de sus colaboradores, para qué su punto de vista, pero se niega.
Y lo peor de todo, es que los mismos empleados de la deportiva, el sábado pasado, prometieron que la alberca de olas se abriría al público, y lo único que hicieron fue simular que había una mesa receptora de solicitudes de la población para poder asignarle un horario en ese espacio. Sin embargo, en realidad, los ucranianos entraron a la piscina como en su casa, una vez más, este domingo con horario abierto.
Vale recordar que esa mesa receptora se coloca a un lado de la caseta de vigilancia de la entrada sur del deportivo —entre Emilio Azcárraga y calle 3 en la zona de Cabeza de Juárez—cuando hay servicio en esa alberca. Las personas que quieren entrar a esa actividad se forman desde temprano para que los empleados de las “Utopías” con toda la prepotencia del mundo, asignan los horarios de una hora entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, pero por ahora está suspendida la entrada para el público en general.
Ante la insistencia de los usuarios para utilizar esa alberca, los empleados y personal de vigilancia han desinformado con varias respuestas. Una de ellas es “hasta nuevo aviso”, pues sí, porque la alberca está siendo utilizado por empleados de la alcaldía y ucranianos como muestran la información de Vorágine y sus gráficas.
Otra contestación de los empleados el sábado pasado, es que se abriría este domingo para todo el público, y como ocurrió el mismo sábado, este domingo instalaron su mesa receptora con tres personas y la correspondiente papelería para supuestamente recibir solicitudes. Pero en realidad era pura simulación, porque ninguna persona estaba formada al medio día, y la alberca estaba ocupada de manera exclusiva por la comunidad ucraniana refugiada en el deportivo sin hacer filas.
De su albergue salían hacia la alberca de olas y entraban como en su casa, pues las utopías de la alcaldesa Clara Brugada se las han quedado los extranjeros, pese a que la población reclama la discriminación que reciben por no ser atendidas sus demandas para que se abra el servicio del lugar para todo el público y que todo mundo se forme para entrar a ese servicio.
Y lo más lamentable, a las tres de la tarde, un grupo de jóvenes, listas con traje de baño, pidieron ingresar a la alberca y los trabajadores de la alcaldía les negaron el servicio sin poder hacer nada. Cabizbajas y meditabundas se retiraron del lugar. Así se manejan los empleados de Brugada de manera muy prepotente y con engaños a la población.
Para rematar el vigilante de esa puerta, cuándo se le preguntó cuando abriría el servicio de la alberca de olas, respondió: “se abre los fines de semana”, y se le reviró “hoy es domingo” y se le mencionó que los ucranianos estaban en la alberca en ese momento. Sin el menor rubor y desconcertado insistió: los fines de semana se abrirá.
Esa es la alcaldía de Brugada con sus utopías que han pasado a posesión de extranjeros y los iztapalapenses se han quedado con sus propias utopías que ha vendido la autoridad en el deportivo Francisco I Madero que dicho sea de paso ha sido pila de agua bendita desde hace más de tres décadas con precaristas, autoridades, Guardia Nacional, Banco del Bienestar y ahora con ucranianos refugiados. Ver para creer.