Ciudad de México, México.— Los elementos de la policía auxiliar, incluidas mujeres, de la alcaldía Iztapalapa, a cargo de Clara Brugada, y personal del Instituto Nacional de Migración (INM) violaron el derecho a la información y a la libertad de expresión del reportero de Vorágine, Javier Ramírez cuando captaba imágenes del albergue de ucranianos en la deportiva Francisco I. Madero.
Así se las gastan en la alcaldía Iztapalapa de Brugada, sin darle seguridad real a los iztapalapenses. Vale recordar que en el lugar había varios reporteros, entre ellos, un camarógrafo de la televisora de reciente creación y que no era molestado por nadie.
Con actitud prepotente por todo un dispositivo de “seguridad” para los ucranianos asilados en un campo de futbol habilitado como albergue en ese centro deportivo fue retenido el reportero Ramírez y se le impidió seguir circulando sin motivo alguno.
Elementos de la Policía Auxiliar y elementos del INM, detuvieron por la fuerza al comunicador, y una mujer de esa dependencia de supuestamente seguridad, de apellido Medina, exigió al reportero su teléfono celular y se metió a hurgar el equipo.
Pese a que el reportero se identificó como una credencial que lo acredita del diario digital de Vorágine, un elemento de Migración solicitó que se investigara la credencial del comunicador. Todos los elementos que rodean a ese campamento se distinguen por prepotentes y no hay poder humano que los haga desistir de sus excesos y de violar derechos humanos.
Junto con otra de sus compañeras de la PA, de apellido Padua, según se leía en su uniforme, la elemento Medina se puso a borrar todas las gráficas que había tomado el reportero Ramírez del albergue, y, según ella, este es un tema delicado.
Las elementos de la PA todavía pidieron al comunicador que se retirara del lugar y le dieron al orden a otro integrante de esa dependencia que le pidiera que se fuera. Las dos mujeres policías se volvieron a integrar a la zona del albergue de ucranianos.
