Ciudad de México, México.— Con el objetivo de incluir en las enfermedades no transmisibles los padecimientos derivados del tratamiento del cáncer de mama, para los cuales deben otorgarse los insumos de cuidados post mastectomía y oncológico mamario de carácter preventivo, el diputado paista, Riult Rivera Gutiérrez impulsa una iniciativa para reformar las leyes General de Salud y del Seguro Social.
El documento plantea adicionar el artículo 159 Bis y modificar la fracción V del artículo 262 de la Ley General de Salud, para establecer que se entiende por materiales quirúrgicos y de curación, el material de cuidados post mastectomía y oncológico mamario de carácter preventivo.
Asimismo, reformar el artículo 90 y 110 de la Ley del Seguro Social para señalar que, dentro del cuadro básico de insumos para la salud, queda incluido el material de cuidados post mastectomía y oncológico mamario de carácter preventivo a padecimientos secundarios derivados del tratamiento del cáncer de mama, así como la prevención de enfermedades secundarias derivadas del cáncer de mama.
La propuesta, enviado a las comisiones de Salud y de Seguridad Social, refiere que en México cada año se producen 1.38 millones de nuevos casos de cáncer de mama. Tan sólo en 2020 fallecieron 7 mil 821 mujeres. La tasa más alta de defunciones de mujeres por cáncer de mama está en el grupo de edad de 60 años o más, lo que representa el 49.08 por cada 100 mil mujeres de este grupo de edad.
Precisa que el cáncer de mama no tiene una causa única, y si se detecta en etapa temprana puede elevar el porcentaje de supervivencia; sin embargo, aun cuando se detecte en momento precoz, no exonera a la paciente de enfrentar los procedimientos que tratan el cáncer para evitar que avance. Por tal motivo, los pasos que establecen los hospitales de alta especialidad para el tratamiento dependen del tipo de cáncer de mama y del grado de diseminación.
Detalla que las personas con cáncer de mama a menudo reciben más de un tipo de tratamiento, como es el de cirugía, cuyo procedimiento implica una operación en la que los médicos cortan el tejido con cáncer y extirpan los ganglios linfáticos; este es el caso de las mastectomías.
Después de una mastectomía, agrega Rivera Gutiérrez, los médicos suelen aplicar radioterapia, donde se usan rayos de alta energía para matar las células cancerosas, suministrar quimioterapia que implica el uso de medicamentos especiales para reducir o matar las células cancerosas, entre otros tratamientos más sofisticados.
Añade que tanto la mastectomía y la radioterapia pueden desencadenar linfedema, un padecimiento que surge por la afección a los ganglios linfáticos, “y que desgraciadamente no tiene cura”. La aparición del linfedema se ve reflejada incluso después de meses o años, por lo que se requiere de cuidados específicos para prevenirlo desde el momento que es detectado el cáncer de mama y se comienza con el tratamiento oncológico.
Resalta que, en México, las mujeres que están luchando contra el cáncer de mama y pasando por el tratamiento oncológico a causa de éste, viven una realidad que poco conocen, porque 4 de cada 8 de ellas padecen linfedema. Se estima que 20 por ciento de los pacientes con disección axilar desarrollarán linfedema a los seis meses, el 36 por ciento al año y el 54 por ciento a los 36 meses, aumentando el riesgo de acuerdo con el número de ganglios linfáticos extirpados y a la radioterapia.
Enfatiza que para la prevención del linfedema secundario, de acuerdo con las recomendaciones de los especialistas es la utilización de la manga para linfedema, misma que la paciente debe adquirir por su cuenta y utilizarla hasta por cinco años después de concluir su tratamiento oncológico, cuyo valor estimado oscila en el mercado de venta entre los seiscientos y ochocientos pesos, con la latente de que no todas las mujeres tienen acceso a comprarla. La manga para linfedema no es otorgada por el sector salud.
Por lo anterior, es necesario incluir políticas donde no sólo se prevenga un cáncer de mama avanzado, sino que además se impulsen acciones que apoyen a las mujeres a que llevan tratamiento, para que tengan una mejor calidad de recuperación y no enfrenten complicaciones, otorgándoles material de cuidados oncológicos mamario de manera gratuita.