TRAS LA PUERTA DEL PODER
Por Roberto Vizcaíno
Este 2022 inicia para la política mexicana dentro de la misma inercia y los mismos pronósticos, advierte Ricardo Monreal.
Estos son, afirma: una sucesión presidencial adelantadísima que se perfila ya como una “guerra temprana” dentro del Gabinete y Morena (y aliados), que al menos frustraría el pretencioso proyecto de la llamada Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador, y que no está exenta de concluir en violencia social y política.
Así lo advierte el zacatecano, quien se ha convertido en un precandidato presidencial abierto, y que es además presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado y líder de la mayoría de Morena en esa cámara.
En un primer texto de tres, el zacatecano acude a metáforas y pasajes históricos para advertir al país y a quienes le quieran escuchar, que AMLO está siendo incapaz de conducir democrática, honesta y abiertamente el proceso de su sucesión, lanzada inexplicablemente por el mismo el lunes 5 de junio pasado.
Pero sobre todo para prevenir de las muy posibles consecuencias ante una disputa política inesperada dentro del Gobierno.
“La historia nos muestra que las grandes revoluciones (en este caso la llamada 4T), que en su mayoría han sido violentas, en el mejor de los casos se interrumpen y, en el peor, colapsan, porque quienes las llevaron a cabo fueron incapaces de sostener principios y renovar democráticamente las dirigencias de sus movimientos, sin desatender que, a causa de rencillas internas que bien pudieron dirimirse, generaron confrontaciones insalvables y colapso institucional en el proyecto”.
En español sería: Monreal siente incapaz a AMLO frente a esta sucesión; no ve democracia en este proceso; y siente que las disputas internas llevan al fracaso a la 4T.
Considera que el cuarto año del Gobierno debiera ser el de la profundización y consolidación de los cambios institucionales, para lograr la transición política y el cambio de régimen, así como un sistema político-electoral neutral, honesto.
A cambio de eso hay, indica,“desencuentros internos, (que) lejos de disminuir, aumentan”, lo que indica que “la historia (de los movimientos fracasados o frustrados) está por repetirse”.
De ahí que considera necesario un debate abierto, nacional, que aborde las consecuencias de acciones “facciosas y autodestructivas” que se dan ahora mismo dentro de este proceso sucesorio.
No necesita decir que en eso encuadra por ejemplo la aprehensión ilegal de José Manuel del Río Virgen.
En este punto recuerda que, desde China, a Europa, o los procesos de independencia, Reforma y la Revolución Mexicana las revoluciones y movimientos se han enfrentado a la incapacidad de quienes las encabezaron, y a acciones de figuras y grupos que impidieron la consumación y consolidación de la transición política.
En eso está hoy, a su juicio, México.
Por ello, afirma, busca contribuir con reflexiones en torno a la sucesión presidencial anticipada y la guerra temprana ya iniciada en México, “con el ánimo de contribuir a un debate ordenado y honesto, que nos permita actuar de manera congruente sobre lo que puede suceder en México” a fin de no repetir la historia.